CAP 15 De ¿el fin?

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-bro.

Que bonito esta el clima hoy.

-Bro

El cielo está más azul. Más bien el techo de la escuela, está más azul. Espera, el techo es blanco.

-¡Juan Ragado López!

Suspiro derrotado, y doy la vuelta para ver a Rogelio, era momento de dejar de ser cobarde.

-No quiero hablar.-Murmuro, y sigo mi camino. Desde que llegué a la escuela no a dejado de perseguirme, ya le pedí espacio. No entiende que estoy triste, decepcionado, y demás cosas.

No le conté acerca de lo sucedido con Eddie o Eduardo. Y no lo e visto desde hace una semana atrás, lo cual es bueno.

-Emilia me hizo vestirme de porrista. ¡Y ya viste mis nuevos videos! ¡Son asquerosos!

.

-Juan, Mario y yo nos sentimos culpables así que decidimos...

-¡Hacer una lista de chicos guapos!

-¿Sabias que hay un chico vampiro? Cuenta como nuevo, llegó antes que Eduardo.

-¡O el de piel bronceada!

-Ese tiene novio.

Escucho decir a la pareja, bostezo cansado talvez debí dormir en vez de ponerme a llorar. Mierda, había arruinado todo, aunque talvez solo estaba exagerando.

.

Camine con flojera hacia la biblioteca, Emilia me había llamado por teléfono pidiéndo que fuera a recoger unos libros por ella, al principio me negué, eso hasta que me amenazo con encerrarme en un salón con Eddie.

Así que aquí estaba, pidiéndole a Dios que Eduardo no estuviera cerca. Todo tiene sentido ahora, el nombre, la mochila todo eso. Que idiota fui.
Entro por la puerta (ni modo que por la ventana) observó el lugar para mi buena suerte está vacío, Betty no anda por aquí.
Camino con lentitud hacia su escritorio, tenia unos cuantos libros encima, para mi buena suerte son los que mencionó Emilia.
Los tomo entre mis manos, están re pesados que planeába hacer meyer con esto ¿Leer?

Me doy la vuelta dispuesto a irme pero choco con Algo duro así que los libros terminan callendo al suelo.

-mierda.-Murmuro.

-Juan -Reconoceria esa sexy voz donde fuera.

Tomo un largo respiro, y cierro los ojos. No puedo ocultarme más o bueno talvez si pueda, solo necesito escabullirse...

-No se te ocurra saltar por la ventana.

Lo hubiera considerado si no fuera porque las ventanas son muy pequeñas aquí.

-Siento mucho lo que paso.-Hablo y levanto la cabeza. Siento el calor en mis mejillas cuando noto esos ojos hipnotizantes observandome con interés.

-Ahorra saliva.-Me calla, y se acerca demasiado a mi tanto que termino chocando con el escritorio. Creo que pararme justo aquí no fue una buena idea. Pone sus manos a mis costados, acercándo inclinándose un poco para estar a mi altura. luego le va a doler la espalda, eso le pasa por medir casi dos metros y tratar de hacerle competencia a los postes.

-¿Me regalas un beso?-Abro lo ojos sorprendido. A este paso, si sigo abriendo de esa manera los ojos se me van a terminar chispando.

-¡¿Eh?!-Es lo único que logró decir, siento mi rostro calentarse. Aparte de quedarme sin ojos, mi cara va a terminar explotando por tanta vergüenza.

-Lo tomaré como un í.-Responde , y acerca su rostro al mio, observó sus largas pestañas, no deja de observar mis labios ¡Mierda! No recuerdo si me cepille hoy, o ayer. Siento un cosquilleo en mi estomago, y muchas mariposas revoloteando. Entonces, sus labios tocan los mios, cierro los ojos al sentir el tacto.
Se siente tan bien, no puedo creer que este sea mi primer beso...

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora