CAP 7 de 3 consejos para ligarte a una chica

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Hoy me había levantado con ánimos, este día iba a ser bueno MUY bueno.

Me puse mucho gel, tome una de mis playeras favoritas y salí de mi habitación, con dirección a la cocina. Para mi buena suerte mis padres no estaban, tome una olla pequeña, encendí la estufa y puse a hervir agua. ¡Era hora de hacer té! Alguna vez escucharon la frase "A un hombre se le enamora por el estómago" bueno, utilizaré eso a mí favor.
Una vez puse el recipiente con el agua en la estufa, busque en los cajones de la cocina pero para mi mala suerte no había té de manzanilla. Tendría que salir a comprar, para mi buena suerte (acabo de contradecirme, lose.)había una tienda a dos cuadras. Observe la hora en el microondas, las 6:18 am tenía que pasar por Roger, llegaríamos temprano a la escuela si me apresuraba. Talvez debí poner el té a hervir ayer pero estaba ocupado leyendo cuentos infantiles. Salí de mi casa, tomando las copias de la llave, mi teléfono y unas cuantas moneditas que me encontré arriba del micro. Pues ¿cuánto costaba el té?

.

—¡A treinta la caja! ¡Si yo solo quiero uno!—dije exaltado cuando el chico de la tienda, me dijo el precio.

—No los vendemos sueltos.—contesto secamente.

—Bueno, pero ¿podrías hacer una excepción?—Dije agitando mis pestañas. Y mostrando mis blancos dientes. Cerrando la boca rápidamente al recordar que estoy semi chimuelo.

Observó cómo el vato con lentes, lleno de barros con el cabello negro bien alaciado. Me sonríe levemente para después decir.

—No.

—Entonces, me la das fiado?

Y Ahoraaa estoooy aquí! Borrachoooo y locooo , bueno no.
Solo sentado en la banqueta afuera de la tienda, observe mi teléfono hace rato son las 6:26 talvez debería rendirme... Y ir a casa a buscar dinero O talvez insistir hasta que el vato se aburra de mi y me venda una bolsita de té. Eso me pasa por salir con solo 6 pesos en la bolsa. ¡Arrestenme por ser distraído!

—Enserio, no puedes venderme una bolsita? ¿Acaso no tienes corazón?—digo entrando a la tienda por quinta vez. El joven se quita las lentes y se sacude el cabello con frustración.

—Por última vez, no puedo venderte el té suelto.

—Ni siquiera porque es para una causa buena? ¡Mi abuela necesita ese té! ¡Se está muriendo! .—Digo ahora fingiendo que lloro.

—No te creo. — Dice el seguido de un.—Si sigues así te saco a patadas.

—Mierda.—murmuro dándome la vuelta para caminar a la salida, chocando mi hombro con alguien mas en el camino.—lo siento. —me disculpo sin ver a la persona. Salgo de la tienda. Rendido, mi plan no va a funcionar si no le llevo té.
Escucho unos pasos atrás de mi, pero no le tomo importancia seguro era el cliente con el que choque.

—Ten, para tu abuela.—Una voz ronca me hace levantar la vista del sucio suelo para observar a la persona frente a mi.  Ahí estaba con su típico casco negro, aunque ahora no llevaba esa camisa blanca, si no una camiseta gris.

—¿Eduardo?—murmuro. Este solo asiente aventandome una caja, la cual tomó con un poco de dificultad.
Observó la pequeña caja eso era el ¿Té? Levanto la vista para agradecerle pero él ya está arriba de su moto.

—Ahora no solo me debes las donas, López.—Es lo último que dice, antes de arrancar y desaparecer de mi campo de visión.

Miraculous... Nuevas señal, a resolver lo que andaaa mal.

La pegadiza canción se deja escuchar,  odiaba esa canción, por eso la había puesto de tono de llamada. Saco mi teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón, con mi única mano libre.

El chico nuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora