El chico nuevo

CAP 14 Declaraciones

—¡A juan le gusta Eddie!— Me quedo tieso en mi lugar, si antes estaba rojo de vergüenza ahora parecía un tomate demasiado maduro.

Eddie deja de caminar  vuelve su vista hacia mi. Tiene un leve sonrojo invadiendo sus mejillas. ¡Se ve tan tierno! ¡lindo! ¡Quiero apretar sus cachetitos! No, no, no ¡Madura juan!

—¡Hermano! Abortemos misión, ya casi es hora de ir a clases.

Observó a Roger un poco enojado.

—¡No avanzo nada de nuevo!—Habla María.

—Yo digo que...

Mario deja de hablar cuando me observa. Esto ya era  suficientente.

—Bro ¿estás bien?

—¿Juan?

Analizó a todos. Eddie sigue parado casi frente a mi pero no me observa, Rogelio trata de acercarse como si fuera un animal, y Mario y María, ellos solo sonríen como locos.

—Juan nos...

—Sabes que, ya me harté de tí.—Apunto a Roger.—De ti.—Digo ahora señalando a la pareja de tontos.—Y más de ti.—Termino con el chico de ojos heterocromaticos.

Este último abre la boca con intención de defenderse, pero lo callo antes de que pronuncie palabra.

—Y SABES QUE.—Digo acercándome a el amenazadoramente. Pongo mi dedo en su pecho y aunque tengo que levantar la cabeza para verlo a lo ojos, no me importa. Que se vaya todo a la mierda ¡Estoy cansado!— AL CARAJO, ME GUSTAS.

No espero respuesta, y como el tipo valiente que soy, corro hacia la puerta de la biblioteca.

—¡Juan espera!

.

Me limpio las lágrimas con la manga de mi suéter ¡porque tuve que decirle  eso a Eddie! ¡Porque!  A partir de hoy no volvería a pisar la escuela. ¡Nunca!Bueno, talvez solo estaba exagerando.

Mi teléfono vibra por quinta vez en mi bolsillo desde que las clases acabaron Meyer no deja de llamarme. Seguro Rogelio le contó lo que paso.

Mi hermano, tendrá que vestirse de porrista y alagar a la chica, me siento un poco culpable por eso.

Levanto la vista al cielo, parece que va a llover el cielo se está nublando, era lo que me faltaba para mejorar mi dia. Camino con pereza por la banqueta.
Nada más termino de pensar eso, y la lluvia se deja caer de golpe.

—¡Ay! Mamá me estoy mojando.—Me callo cuando escucho rugir una motocicleta a mis espaldas.

—Oye .—Conocia esa  voz.

La ignoro olímpicamente, y sigo mi camino. No tenía ánimos para hablar con alguien más que no fuese mi conciencia.
Cuando llegue a casa iré directo a tirarme en mi cama, abrazare a mi cuchurrumin, y después comere muchas chucherías, y veré series  ¡Haré de todo! Para olvidar ese mal rato.

—¿Te llevo?

Paro en seco, y volteo a ver al chico. Como ya es costumbre lleva su casco puesto.

—No.—Respondo rapido y continuo caminando. Solo espero que se rinda y se largué, el recuerdo de lo que paso en la biblioteca me hace sentir nuevamente avergonzado. ¡Mierda! No debí gritarle eso a Eddie, si no hubiera reaccionado de esa forma en este momento no me sentiría tan apenado.

—¿Vas a tu casa?

La verdad es que ese era el plan, pero si lo pensaba mejor. Me convenía no llegar tan pronto a mi casa, contando con el hecho de que papá no dejará de insistir con el tema de Eddie, y no puedo decirle que el chico simplemente ignoro mi declaración. No me conviene que metan al bote a mi papá por secuestrar a un adolescente guapo de ojos inusuales.