Epilogo

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Cinco años después de la boda, ocho años luego del atentado.

— ¿Amy? – dice una voz a mis espaldas, me giro y veo a Fernando mirándome.

— Hola – digo mientras le doy una sonrisa

— ¿qué haces aquí? – dice dudoso

— Vine a ver a Eleanor – digo con duda – ¿creo que la verdadera pregunta es qué haces tu aquí?

Desde que hice "las pases" con Eleanor venia una vez al mes a visitarla a la cárcel, le traía algunas cosas, hablamos un rato y luego me marchaba, Fernando jamás había venido a visitarla en todos estos años.

— Venia hablar con ella, no quiere firmar el divorcio y quiero casarme con mi novia.

— Le quistaste la oportunidad de ver crecer a sus hijos, ¿realmente crees que tienes derecho a exigirle algo?

— Le daré lo que pida, solo debe firmar el maldito papel.

— Ella solo quiere ver a sus hijos, le importa bien poco tu estúpido dinero o tu novia. Ella es su madre, tiene todo el derecho.

— No entiendo como pudiste perdonarla después de todo lo que te hizo, ¿estas loca?

— Lo que yo haya hecho no te incumbe, ellos son sus hijos.

— No voy a traer a mis hijos a este lugar.

— Podrías hacerle una video llamada al menos para que así ella pueda verlos.

— No tienes derecho a opinar sobre esto.

— Tienes razón, así que tendrás que esperar. Yo llegue primero y mi visita dura mas de una hora, suerte.

Camino tomando las cosas que traje y llego a la sala de visitas, ella me recibe con una sonrisa y se pone de pie, cuando llego a su lado le doy un gran abrazo y le entrego las cosas.

— Gracias – dice mientras me invita asentarme.

Hablamos un rato y me cuenta lo que ha hecho este ultimo mes desde que la vi. Le cuento que Fernando esta esperando y su cara se descompone.

— Él quiere quitarme mi apellido a los niños y darle el de su nueva novia. No le daré el divorcio son mis hijos, Amy ayúdame.

Prometo hacer algo por ella, cuando salgo de la cárcel llamo a mi abogado y lo pongo al tanto de todo.

Cuando llego a casa Michael ya se encuentra ahí, llevaba semanas sin verlo. Esta grabando una nueva serie y esto feliz de que por fin volviera a lo que tanto amaba.

— Nena – dice besando mis labios – ¿cómo estuvo la visita?

— Cariño, luego te hare un resumen, por ahora – digo mientras lo beso más apasionadamente – tenemos que ponernos al día.

— Creo que eso tendrá que esperar – dice Isidora saliendo de la sala junto con mis hijos sonriendo.

— ¿Qué haces aquí? – pregunto mientras corro abrazarla.

— Quería visitar a mi mejor amiga – dice sonriendo – no sabes cuanto te extrañe.

Isidora había decidido mudarse un año después de mi boda, había conocido un ingles y se enamoro profundamente. Comenzó su nueva vida lejos de todos quienes la amábamos, pero no me quejaba. Ella era feliz y eso era lo importante.

— Estoy embarazada – dice de repente haciéndome gritar

— Oh por dios, no lo puedo creer – lloramos juntas de emoción. – estoy tan feliz por ti, ¿Por qué no me llamaste?

— Porque quería venir a decírtelo en persona, además creo que volveremos a vivir en estados unidos. Te necesito cerca ahora.

— Por supuesto loca, sabes que siempre estaré para ti.

Michael nos deja a solas mientras seguimos hablando de su nueva vida.

Lloro un montón entre sus brazos, mi padre murió tres meses después de mi boda, un cáncer arraso con su vida en poco tiempo, cada vez que lo recuerdo lloro. Mi madre lo siguió tres años después, la pena fue mas fuerte y no hubo nada que pudiera mantenerla con vida. Estábamos solos, solo tenia a mi mejor amiga y Michael a Sara. Cuando ella se fue no tenía nada y ahora tendría a dos personitas junto a mí.

— Amy – dice de repente – no es un bebé, son dos.

— Noooo – grito poniéndome de pie – ¿estas jodiendo conmigo?

Ella niega con la cabeza

— Es una niña y un niño – dice sonriendo – Peter y Alina.

La miro mientras comienzo a hiperventilar, los nombres de mis padres...

— Esto es – trato de decir, pero me ahogo con mis lágrimas.

— Ellos eran como mis padres para mí y Oliver está de acuerdo con que mis hijos lleven los nombres de tus padres.

— Gracias – digo abrazándola más fuerte – gracias, gracias. De verdad.

Pasamos la tarde juntas mientras Michael y nuestros hijos juegan el patio. Cuando me dice que debe irse la abrazo fuerte y le doy las gracias una vez más.

Camino hacia la puerta del patio trasero y me apoyo en el marco de puerta viendo como mis hijos juegan con su padre.

Michelle tiene nueve años y Diego siete años, adoran a su padre para ellos él es su mas grande superhéroe.

Michael se gira y me mira con una sonrisa, se acerca a mi y besa suavemente mis labios.

— Eres lo más preciado que tengo en la vida – me dice – te amo como no te imaginas, tu y mis hijos lo son todo para mí.

— Y para mí, tu eres el amor de vida Michael.

— Y tú el mío Amy. jamás me cansare de ti, te cuidare toda la vida.

Nos abrazamos mientras vemos como nuestros hijos siguen corriendo de un lado a otro. Mi vida no podría ser mas perfecta, tengo todo lo que necesito. 


Gracias por llegar al final de la historia, espero que te haya gustado.
✨✨✨♥️♥️♥️♥️

Enamorando al ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora