∆¿Que más da?∆

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«¡TRAGAME TIERRA!»

No puedo creer todo lo que pasó en solo una hora estando en la casa de Raiden. Camine por la calle alejándome de su departamento, y doy gracias a que pude convencerlo de que no era necesario que me acompañará a la estación de metro.

Me senté en una de los asientos al fondo del vagón y saqué mi celular.

- Ah - suspiré al ver el mensaje de Aitné.

🔹Cuando termines tu trabajo necesito que me cuentes todo lo que  pasó en tu cita

🔹No fue una cita, solo hicimos un trabajo, necesito contarte lo que pasó... Hoy pase de las peores vergüenzas de mi vida.

Espere varios minutos pero no me contestó nada «Seguro se durmio». Baje del metro y salí a la calle donde estaba mi escuela, a estás alturas me decidí a poner música para intentar olvidar lo que pasó, pero maldita se mi suerte... Olvide mis audífonos y lo peor es que no recuerdo si los deje en casa o en la casa de Raiden.

Seguí caminando ya resignado a qué ese no había sido el mejor día que pude haber tenido, llegué a la parada del autobús y a los minutos llegó, al subir me senté a un lado de la ventana y me dedique a mirar por ella.

Por fin estaba en casa, pero mamá tuvo que salir, con todo lo que pasó no quería estar solo. El tono de mi teléfono me distrajo, un mensaje.

🔹Me quedé dormida... Fue una cita, de trabajo, pero una cita

🔹Lo que digas... ¿Puedo ir a tu casa? Te tengo que contar lo que me pasó

🔹Pa' luego es tarde 🤠 juas juas

Bloqueé mi teléfono y salí de mi casa, a los pocos minutos ya estaba en la sala de Aitné, quien me miraba como si estuviera en un interrogatorio.

- Dale comadre, cuéntame todo - se sentó en el sillón individual frente a mi - Si lo requieres te traigo un pizarrón como el de la Chapoy.

- JAJAJAJA - a veces creo que no podré tomar en serio nada de lo que ella me dice - Es que hoy no fue mi día.

- ¿Que te paso? - al ver mi cara desanimada cambio de actitud, se veía preocupada y dejo a un lado su afán de querer emparejarme con Raiden.

- Me paso de todo - respondí - Todo iba bien, me pidió mi número, me llevo hasta su casa y me quería preparar algo de comer, pero yo no me quería ver cómo un inútil le dije que le ayudaba - Aitné se levantó y la vi ir a la cocina, regreso con un vaso de agua y me lo entrego, agradecí para luego darle un sorbo - No se cómo rayos termine safandole el mango al sartén donde estábamos cocinando huevo, luego el huevo cayó en la estufa y se quemó todo, tuvimos que apagarla y limpiar el quemador.

- Te juro que no me quiero reír - ahí supe que la Aitné de siempre había regresado.

- Grosera - musite - Decidimos hacer sandwiches y el saco una jarra de jugo de su refrigerador...

- No me digas que tiraste el jugo - me interrumpió.

- Es que una vez me hice el pendejo y ya no se me quitó - bromee sacándole una carcajada que de nuevo se convirtió en tos - Un día te vas a matar.

- Manera de morir 133... Risa mortal - dijo en cuanto recuperó el aliento.

- Te decía - retome de nuevo nuestro tema - Tire el jugo y le cayó en la espalda al gato de la hermana de Raiden.

- No puede ser - respondió intentando aguantar la risa - Solo te faltó pisar popo de perro de camino a tu casa.

- Ya ni me digas - dije apenado - Que oso tener que verlo mañana.

- Tranquilo, cualquiera tiene un mal día, siempre cometemos errores.

- Pero tal párese que hoy fue mi día negro.

- ¿Quieres hacer algo?... Para que se te pase todo - sugirió, pero negué - Bueno, entonces quédate aquí, haré algo de comer - se puso de pie y prendió la radio.

Un par de canciones después escuché a Aitné gritar desde la cocina.

- Súbele a esa mierda - dijo, a lo que yo me pare para subir el volumen del radio. - Me despierto en la mañana para verte pasar y tenerte en mi mente por el resto del día - comenzó a cantar ocupando una cuchara como micrófono y luego apuntandola a mi.

- No me la se - respondí.

- Ah - exclamó indignada - No se que hacer para ser el aire que va a tu al rededor... Que acaricia tu piel - siguió cantando a todo pulmón - Solo dame una señal, solo dame una mirada... Si estás a mi lado a mí no me importa nada - me acerque a la barra de la cocina para ver lo que hacía - Deberías de cantarle esa parte a Raiden.

- Aitné - exclamé un tanto avergonzado - Le canto eso y me provocó diabetes por lo cursi.

- Lo dice alguien que se sabe todas las canciones de Jesse y Joy.

- Touche - sabe cómo contra atacar  - Pero es que esas no se cantan, se viven.

- Como señora con cinco divorcios y tres relaciones fallidas - ambos reímos y Aitné termino de hacer la cena.

Al cabo de unas horas llegaron los padres de Aitné así que ella y yo decidimos ir a su habitación, estábamos acostados en la alfombra de su cuarto, ella prendió una lámpara que tenía, la cuál era un proyector, en las paredes del techo se veían estrellas y galaxias.

- ¿Así se sentirá estar drogado?

- A veces tus preguntas son tan extra - respondí.

- Es que me siento toda adormilada por la comida.

- Tu siempre tienes sueño.

- Ey - respondió girandose para verme - Me contaste lo que te paso, pero no como reacciono Raiden ¿Se enojo contigo?.

- No, fue raro - igual que ella me gire para verla - Se empezó a reír, pero no sabía si conmigo o de mi, cuando moje al gato y fuimos a limpiarlo al baño me dijo que de haber sabido que era tan divertido me hubiera hablado desde antes.

- No fue un día tan malo después de todo - regreso a acostarse boca arriba - ¿Que más da que hayas pasado vergüenza frente a el?... Somos humanos y todos tenemos errores.

Me quedé recostado mirando las estrellas de el techo y escuchando "Let her go" de fondo... Creo que puedo mirar a Raiden mañana sin sentirme avergonzado. Mañana será otro día.

Orange: Tiempo Para AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora