- ... Vamos, no seas así - le dije a Aitné mientras intentaba hacer que saliera del baño se su habitación.
- No, me da vergüenza - me respondió del otro lado, era fin de semana, se supone que iríamos al cine a ver el reestreno de Harry Potter: las reliquias de la muerte parte 2, pero la señorita no quería salir del baño.
- ¿Para que lo compraste si no lo vas a usar? - le pregunté «si no hago que salga de ahí no llegaremos a tiempo» pensé poniéndome nervioso por qué en verdad quería volver a ver esa película en el cine y en 3D - ¿Que más puedes perder?...
- La dignidad - me dijo aún sin dar indicios de abrir la puerta.
- La perdiste hace mucho tiempo - escuché como bufo y finalmente se oyó el sonido de la manija girando «aleluya» - Ok ya vámonos - «todo este alboroto por un corset» hacia unos días Aitné lo había comprado y me pidió que le ayudara a combinarlo con algúna de su ropa, le preste una camisa blanca de manga larga, que a ella al ser un hobbit le quedó como vestido y el corset lo coloco arriba, con unos botines negros y el conjunto de veía muy bien.
La arrastre prácticamente para salir de su casa, en el patio estaban unas bicicletas, obviamente la suya y la mía, pedalee cómo loco mirando de vez en cuando a tras pensando que dejaría muy lejos a mi amiga, pero para sorpresa mia logro seguirme el paso.
Llegamos al cine, afortunadamente a tiempo; este edificio siempre me había gustado, parecía un cine de la época de los 80, la cartelera aún se mostraba en un espectacular en la fachada del cine, con letras rojas que se pegaban a la superficie blanca, dentro el piso estaba revestido de una alfombra color rojo, había máquinas de videojuegos tipo arcade del extremo derecho, a la izquierda estaba la taquilla, que a pesar de tener cajas modernas, aún concerbaban el mostrador original de la época de cuando ese cine abrió. Ni bien pisamos dentro del local logramos percibir el olor a mantequilla, se escuchaban una que otra plática de los grupos de amigos que se encontraban en el lugar.
Era un cine pequeño, contaba solo con tres salas, pero aún así me gustaba mucho estar en ese lugar, Aitné se dirigió a comprar palomitas y refrescos, era una especie de pacto que teníamos ella y yo, si yo compraba las entradas ella pagaba las palomitas y refrescos, y viceversa.
Por fin nos dirigíamos a la sala donde iban a proyectar la película, el encargado marco nuestros boletos y nos entregó los lentes para ver la película, buscamos nuestros asientos y nos acomodamos para esperar a que la proyección que tanto ansiaba ver.
- No importa cuántas veces vea está saga, me sigue emocionando venir al cine - dije rompiendo el silencio que había entre nosotros.
- Ya lo sé, por eso no podía decirte que no cuando me dijiste que te acompañará - me respondió.
- Aja.... Y el que a ti también te guste la saga completa no tuvo nada que ver - refute.
- Bueno, eso es diferente - fue lo único que atino a contestar antes de que ambos empezáramos a reír bajo para no molestar a la gente que ya se encontraba en la sala.
- Ya va a empezar - dijimos al mismo tiempo al ver cómo las luces se apagaban y la pantalla se iluminaba.
••••••••
Al finalizar la película, después de varios gritos de emoción y una que otra lágrima por la muerte de algunos personajes Aitné y yo salimos de la sala y entregamos a la encargada del cine los lentes para el 3D.
- ... Lo dejaría todo por qué te quedarás, mi credo, mi pasado, mi religión - comenzó a cantar Aitné una vez que nos sentamos en unas sillas frente a la taquilla del cine.
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Orange: Tiempo Para Amar
Teen FictionEl amor es tan fácil de sentir, tan complicado de explicar y aún más de encontrar. Se complica aún más si no sabes cómo hablar con esa persona. Solo es un "hola" ¿Cierto?... Pero a veces es más fácil decirlo que hacerlo. En libros e historias de a...