Mis seis idiotas {O2L fanfic}

{11}

La luz de la ventana abierta hace que mis párpados vayan acostumbrándose al sol que entra por ella.

Tengo sueño.

Al recordar la noche de ayer volteo mi cuerpo sonriendo levemente, esperando encontrarme a un Ricky dormido a mi lado.

Pero no hay nadie.

Eso me desconcerta.

Es muy temprano y hoy tienen día libre, ¿Dónde ha ido?

Decido no darle más importancia y me levanto de la gran cama blanca que ocupa media habitación. El hotel es grande, joder.

Me dirijo a la gran ducha que abarca parte de la otra zona de la habitación.

Hay una pared en medio.

Supongo que será para tener más privacidad.

Cierro la puerta a mi espalda y dejo caer al suelo la gran camiseta de Nirvana que uso como pijama.  Seguidamente, tiro a un lado mi ropa interior y entro en la ducha.

El agua es caliente y eso me relaja. Cierro los ojos y decido no pensar en nada por un instante.

- ¡Joder Richard, ve a ducharte a otra parte que esto es mío!

La barandilla que tengo al lado consigue salvarme la vida de un desmayo al oír esas palabras.

No recordaba que Kian dormía con Ricky en el otro lado de la habitación. Y esta era la ducha de su mitad.

Mierda.

Si se enteraba de que había dormido con Ricky, aunque no hubiera pasado nada, se enfadaría con ambos y no quería que eso pasara.

- ¿Ricky? - Su voz vuelve a sonar en mi cabeza.

- S.Soy yo - Mi voz se corta a media palabra. Tener a Kian al otro lado me encanta y me aterra a la vez.

- ¿Nayla? - Parece confundido.

- Pasame una toalla, Kian. - Susurro.

Kian entra una mano por la cortina de la ducha y agarro la toalla que tiene en la mano. Me la pongo por encima dispuesta a salir.

- ¿Qué hacías aquí? - Kian se muerde el labio y frunce la mandíbula.

- Solo... Mi ducha no funcionaba y Ricky me ha dejado pasar a vuestra habitación.

- ¿Habéis dormido juntos, verdad?

- no quería dormir sola - musmuro.

- Da igual, no hace falta que me des explicaciones. - Y aunque no me lo crea, le veo sonreir. Su expresión cambia, está feliz. - Hemos quedado en diez minutos en el hall para ir a dar una vuelta por la ciudad, ¿Te espero?

- Eh... Claro -sonrío levemente- voy a cambiarme y bajamos, ¿Vale?

---

Kian cierra la puerta detrás de mi y se adelanta a llamar al ascensor.

- Estamos en el segundo piso, las escaleras no son tan cansadas - Le digo riendo.

- Para que quieres escaleras si tienes un bonito ascensor - ríe y pasa su brazo alrededor de mi hombro.

Las puertas del ascensor se abren con un agudo pitido que indica la llegada de este.

El interior es espacioso. Las paredes estan hechas de puro espejo. Todas. Hasta las del suelo.

Las puertas se cierran cuando entramos y me apoyo en una de las paredes.

- Mañana iremos a casa. Tenemos unos días libres antes de volver al tour y Trevor quiere ir a ver a Drake. Los chicos quieren que//- Un estruendoso ruido hace que las palabras de Kian queden ahogadas.

Suelto un grito y rápidamente noto la mano de Kian agarrando fuertemente la mia. Por un momento olvido la oscuridad que hay entre nosotros. No veo nada.

- Mierda - Murmura él.

- ¿Qué ha sido eso?- Mi voz tiembla. Me he llevado un susto de muerte.

- Apagón general, supongo. Debe haber algún problema.

No veo a Kian, aunque siento su mirada encima de mi. Entrelazo mis dedos con los suyos mirando a otro lado.

- Joder, tengo miedo - Susurro

- Solo es un apagón. Dentro de nada volverá la luz y saldremos el ascensor.

Tira de mi brazo hacia abajo y hace que mi espalda resbale lentamente por la pared de cristal que tengo detrás.

Ahora nos encontramos uno al lado del otro. Las manos entrelazadas, los cuerpos a unos centímetros y la incomodidad a muy poca distancia.

- Siento lo de ayer por la noche. - Su murmuro llega casi inaudible a mis orejas.

- No pasa nada. Solo... Estabas borracho, supongo.

- Nayla, yo no quería que fuera así, de verdad. No era consciente de lo que hacía.

- ¿A que te refieres?

Llego a percibir la respiración entrecortada de Kian.

No creo que aguante mucho más rato a su lado sin abrazarle y decirle Te Quiero mil veces.

- A nuestro primer beso - Puedo percibir como voltea la cabeza y me mira.

- ¿Por qué crees que va a haber más? - Volteo también para mirarle. Apoyo mi cabeza en la pared y muerdo mi labio suavemente.

- Los habrá.

Estamos muy cerca. Lo noto por el aire de su respiración que choca contra mis labios cada segundo.

Percibo cómo se acerca a mi cada vez más.

Siento que el corazón me va a salir del pecho e intento controlar mis emociones locas.

Su nariz choca suavemente contra la mía y ambas se rozan sin prisa, acariciandose mútuamente.

El calor de sus labios roza los míos.

Me muero de ganas de besarlo. Me muero de ganas de abrazarle y no separarme nunca de él.

A su lado me siento segura.

Kian entreabre la boca, pero las luces del ascensor nos ciegan y el ruido de alguien dando golpes al otro lado hace que nos separemos por completo.

Kian se levanta y alisa su camisa con una mano.

Todo vuelve a la normalidad en el exterior.

La vida se complica en mi interior.

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Autora:

HUOLASS!

DIOS, CUANTO TIEMPO

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