Mis seis idiotas {O2L fanfic}

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- ¡Ya estoy aquí! ¿Me he perdido algo? - grita Sam saltando a la cama de Ricky.

- Nada, acaban de llegar todos - Murmura Ri. Última mente le veo muy apagado. Responde secamente a todo el mundo, hasta a sus mejores amigos.

- Bueno, Kian. Qué era eso taaaan importante que tenías que contarnos? - Suelta Jc que está tumbado en el suelo.

Kian sonríe. Yo, apoyada en su regazo me contagio de su risa y acerco un dedo a sus labios, los cuales acaricio suavemente con la yema.

- Me llamaron de la MTV. - En ese instante los cuatro chicos fijan la mirada en el moreno, esperando que continue con la notícia- Quieren que hagamos un show. Semanal.

- ¡ESO ES LA LECHE! - Grita Trevor y empieza a dar saltos en la cama. - ¡VAMOS A SER FAMOSOS, CHICOS!

- Solo hay un pequeño problema... - Murmura Ki.

Ricky bufa sonoramente al oír eso.

- Tenemos que dejar Youtube.

- ¿QUÉ? - Ahora soy yo la sorprendida. No me esperaba eso.

- ¿Y qué más da? - dice Trevor- Haremos lo mismo, nos verá más gente, y si no va bien volvemos a youtube.

- Seguro que la tele da más dinero que los vídeos - Dice Sam.

- Y nos invitarían a todas las fiestas del mundo. ¿Os imagináis? Sería la polla. - Ríe Jc desde el suelo.

- ¿Os estáis escuchando? - Suelto secamente- ¿De verdad vais a dejar youtube, lo que os ha dado tanto, por una mierda de programa de televisión? - Me levanto de golpe y les miro a todos, aunque me quedo parada al ver a Ricky, con el ceño fruncido mirando al colchón - ¿Y tú? ¿No piensas decir nada?

- Yo no pienso entrar en televisión -murmura- No si tenemos que dejar Youtube. Aunque podéis seguie sin mi, siempre lo habéis hecho. - se levanta, sin mirar a nadie, y sale por la puerta de su habitación.

- Hacedle caso, tiene toda la razón - Murmuro con asco y salgo detrás de Ri, gritando su nombre a todo pulmón para que me espere.

Empiezo a correr por todo el pasillo detrás de él hasta cogerle del brazo para pararle, pero cuando me doy cuenta las puertas del ascensor se han cerrado detrás de mi y nos hemos quedado encerrados en ese pequeño cubículo.

- ¿Qué te pasa últimamente, Dillon?

Pero él no dice nada. Tan solo me mira fijamente.

Sus manos me encarcelan en la pared del ascensor. La derecha se pega al lado de mi cintura, y la izquierda encima de mi cabeza. Su cuerpo y el mío están demasiado juntos, igual que mi espalda y la pared.

Aspiro su olor con fuerza. El corazón me va a mil por hora y no sé por qué.

Sus ojos, ahora a centímetros de los míos me perforan la mente, impidiendome pensar en nada.

Noto su aliento con olor a menta en mi frente y apoyo ambas manos en sus hombros para evitar caer a causa del temblor de mis piernas en ese instante.

- ¿Q-qué pasa, Ricky? - susurro con un hilo de voz, temiendo que no se escuche.

- Que debería haber sido yo el del ascensor, para poder besarte como nunca lo he hecho. - acerca sus labios a mi oreja, acariciandola con ellos al hablar- Para poder disfrutar de cada centímetro de tu cuerpo. Para hacerte el amor donde fuera y cuando fuera.

-Te quiero, Nayla.

Y tras esas tres palabras, sus labios corren a los míos y se besan suavemente, pero con toda la fuerza de dos amantes necesitados.

Un beso seco, de esos que significan algo más que un polvo o una simple relación.