Hans x Ivy : Yo quisiera ser

SECRETOS DEL CORAZON

El día por fin había terminado y la noche ya había cubierto el castillo, después de jugar y a ver hecho miles de cosas en este Día, Hans y Ivy se dirigían a a sus respectivas habitaciones.

-Me divertí mucho hoy, Gracias por este día Hans.- decía Ivy sonrojada 

Hans, por su parte el cual nunca se había sentido tan libre y sin presiones sumado además que en todo este tiempo que había pasado con Ivy, no había pensado en Elsa, ni mucho menos en todo lo que había vivido en Arendelle.

-Fue un placer para mi, me gusta pasar tiempo contigo.- contesto Hans mirando de forma atenta y educada a Ivy.

La blanquinegra se sorprendió al saber que su prisionero - huésped se sentía cómodo estando a su lado, aquellas palabras poco a poco comenzaron a hacer efecto en la villana y sensaciones que nunca había sentido empezaban a llegar a su corazón, así recordando lo que había hablado con Gerda, agrego.

-Bueno, si es así podemos pasar mas tiempo juntos, aquí somos libres .- agrega la princesa mirando con una sonrisa al príncipe 

Este no dijo nada y solo se dispuso a verla de forma alegre, fue así que por ves primera la veía sonreír

"Que bonita sonrisa tiene" pensaba en su interior Hans

  Así pues, ambos llegaron a sus respectivas habitaciones y antes de disponerse a entrar, Ivy se recargo en la pared y mirando fijamente al pelirrojo hablo.

-Sabes, a pesar de todo tu serias un buen Rey sin importar lo que el resto diga.- dijo la blanquinegra al ex príncipe 

Fue entonces que al escuchar aquellas palabras, Hans no pudo evitar sentirse feliz, por ves primera alguien miraba algo bueno en el y lo hacia sentir valioso, entonces soltado una pequeña miro a Ivy, la cual lo miraba de forma tierna.

-Tu serias una gran Reina, tienes un gran corazón.- contesto el pelirrojo

La chica no puedo evitar sonrojarse, aquello poco a poco se volvía constante y era algo que no podía evitar y menos viniendo del.

"Gobierna conmigo...a mi lado" pensaba la blanquinegra

Soltado una risita y acomodándose los mechones de su cabello detrás de su oreja contesto ella

-Gracias Hans eres muy dulce al pensar eso

Así pues, Ivy se separo de la pared, estaba por despedirse de su Huésped-prisionero, por su mente pensaba la idea de robarle un beso pero rechazo la idea pues la consideraba una falta de respeto,  así pues opto por darle un tierno beso en la mejilla al pelirrojo.

-Descansa Hans, te veré mañana.- dijo tierna mente la muchacha para después entrar a su habitación                           

El ex príncipe miro a la bruja entrar a su habitación despidiéndose con su mano, al cerrar la puerta puso su mano sobre su mejilla y entonces una sonrisa se dibujo en su rostro, fue entonces que se dispuso a entrar a su habitación.           

Ya adentro, Hans se recargo sobre la enorme puerta de madera, y poniendo su mano en su mejilla, una sonrisa surgida desde el corazón se había plasmado en su rostro, pues nadie le había dado un verdadero beso ni si quiera Elsa. Poco a poco comenzaba a perderse, pero regreso de golpe, pues esta noche descubriría quien era realmente la princesa Ivy.           

Decidió quedarse hasta tarde en su habitación y perder el tiempo con cualquier cosa que encontrara, el pelirrojo comenzó a dar vueltas por toda su habitación hasta que por fin el reloj del castillo marco las doce de la noche y el eco recorrió todo el castillo.