Hans x Ivy : Yo quisiera ser

PRISIONERO

Por su parte en la Cocina, los criados le preparan algo a su huésped, el pelirrojo solo se limitaba a sonreír.

- Y bien dígame que hace por estos rumbos un príncipe.- dijo Gerda al pelirrojo

Hans no quería decir que en realidad había escapado por que había descubierto a su amada siéndole infiel por lo que opto por mentir.

-Andaba por el bosque con mi caballo, hasta que me perdí y llegue a este castillo.- contesto el joven

La mujer lo veía poco creíble, pero no le dio gran importancia así que solo contesto con una sonrisa, en ese momento Kai entro a la cocina y toda la servidumbre lo miro.

- Kai que ocurre, que te dijo la señorita Ivy.- dijo una joven sirvienta

-la princesa ha ordenado que nuestro invitado debe retirarse.- contesto el criado en voz baja para que el pelirrojo no escuchara

-No podemos dejarlo ir ya esta por anochecer y el bosque es peligroso.- Agrego Gerda

El ex príncipe noto que algo malo ocurría por lo que dedujo que su presencia en el castillo no era bien vista, en el fondo sabia que era un completo desconocido y que debía buscar otro sitio para refugiarse.

-Debemos decirle, o si no la niña se enojara con nosotros.- dijo el mayordomo a ambas mujeres 

A pesar de que era una princesa, Ivy poseía un mal carácter pues era algo arrogante, egoísta y con un corazón muy negro. Por lo que la servidumbre acataba las ordenes sin reproches pues no querían hacerla enojar.

Pero esta ves decidieron desobedecer pues consideran que esta era la oportunidad perfecta para que la blanquinegra pasara tiempo con alguien y por un momento olvidara su soledad.

-Pues no, el joven pasara la noche en el castillo ademas a la señorita Ivy le ara bien un poco de compañía que mucha falta le hace.- dijo Gerda en un tono sarcástico 

Después de eso siguieron preparando la cena de Hans, al estar lista el joven la degusto con sumo placer, Pues nunca había comido también en mucho tiempo. Ni las Islas del Sur y ni Arendelle tenían tan buenos platillos como los del castillo blanco y negro.

Mientras comía, los criados le hacían un sin fin de preguntas a su invitado pues hacia mucho que nadie los visitaba.

-Y dígame como es su reino-. dijo una joven rubia

el pelirrojo no quería contar que venia de un reino oscuro, sádico y sanguinario. Por lo que decidió volver a mentir.

-Es un lugar Mágico, lleno de vida la gente es muy buena y hospitalaria, el castillo esta ubicado en un fiordo.- contesto el príncipe a la criada curiosa

-Pues parece un lugar muy bonito.- agrego Gerda

Aquella charla era muy enriquecedora, pues al ex príncipe le hacia bien platicar con alguien aun que estos fueran criados, sin dudas lo hacían olvidar lo vivido con Elsa. Entre risas y preguntas los sirvientes olvidaron sus deberes y se dispusieron a hablar con la visita.

Pero nadie se dio cuenta que la princesa Ivy había salido de su habitación para ver si ya habían corrido al joven, pues desconfiaba de sus criados ya que la mayoría tenia buenos sentimientos. Al bajar las escaleras la blanquinegra escucho risas provenientes de la cocina, por lo que pensó que la servidumbre la había desobedecido, fue entonces que se dirigió a ella. 

Al llegar quedo sorprendida al ver a las criadas y al ama de llaves platicando plácidamente.

-Que esta pasando aquí.- dijo la princesa en un tono serio