Deje mi abrigo en el respaldo de la silla junto con la manzana y el agua, me fui al baño a dar una ducha y luego volví a mi cuarto, la satisfacción de bañarte y acostarte con sabanas limpias debería ser catalogada como una de las mejores cosas de la vida misma, me recosté en mi cama y de ahí vi la manzana que se supone iba a comer pero la verdad estaba rendida al cansancio
me desperté la mañana siguiente con la lluvia sonando con furia en el techo miré por la ventana y lo pude confirmar el día estaba horrible, las gotas chocaban contra la ventana. Me levanté de la cama y me abrigue lo más que pude, me lave la cara y baje a desayunar, estaba loca por algo bien calentito.
La abuela y ben estaban aprontando café en tazas, recién echo, podía ver el rico humito liberar la fragancia, ambos se veían bien vestidos, no es que nunca estuvieran bien pero estaban algo distintos y en cuanto miré a la silla pude ver un bolso marrón oscuro apoyado lo que confirmaba que de seguro tenían planes que implicaba un poco más de arreglo que lo habitual.
─Buenos días─ les comenté a ambos mientras tomaba una taza de café
─Buenos días cielo, como dormiste?─ preguntó mara
─Muy bien y ustedes?─ le contesté mientras tomaba una tostada con queso que ben me alcanzaba
─Me alegro!, nosotros muy bien, de hecho cielo ben y yo tenemos que hacer unos mandados pero seguro estaremos aquí antes que tú vuelvas─ me explico mara
─No hay problema abuela, irán a la ciudad?─ pregunté, la verdad no era de chismosa, más que nada era curiosidad.
Mara miró a ben un segundo antes de responderme como si no quisiera decir nada comprometedor, mi abuela era del tipo de persona que mentir se le daba muy mal.
─Sí, necesitamos comprar algunas cosas, tú necesitas algo?─ contestó ben aclarando su voz con una tos seca
─No nada, gracias!─ le contesté amablemente, no iba a ponerme a interrogarlos.
─Muy bien en ese caso es mejor que vayamos saliendo.─ dijo mara, enseguida ben tomo una tostada, la puso en su boca mientras se ponía su abrigo que lo hacía parecer que iba al polo norte.
Tomé mi mochila y salí de la casa al mismo tiempo que los dos, mara me dio un beso, me despedí de Ben quien estaba prendiendo el auto y me subí al mío para irme a mis tres únicas horas de clase, la lluvia que a la hora de salir había cesado un poco no nos dio tanta tregua, en cuanto llegue al estacionamiento de la secundaria otra ola de chubascos cayó, por lo que me apresure en correr hacia la entrada, escuche el chillido de cris a mis espaldas, no era la única quien se mojó.
─Como estas maia?, hoy sí que llueve fuerte─ me comentó mientras se secaba algunas gotas de su rostro
─Bien y tu cris?, así parece─ le respondí mientras ambas caminábamos hacia el salón, nos tocaba la clase de anatomía y para mi suerte no solo estaba esperándome saimón en nuestra mesa, sino que la profesara esta vez no había traído ningún ser vivo, camine hacia el en silencio sintiendo la mirada de nuestra buena profesora en mí mientras anotaba unas cosas en la pizarra.
─Hola!─ le susurré a saimón mientras dejaba mi mochila en el piso y me sentaba en silencio absoluto.
─Te alegra que no allá ningún sapo o solo es por verme─ me respondió con una sonrisa burlona en sus labios, mientras fijaba sus ojos en los míos.
─No te enseñaron a saludar antes de hacer acusaciones?─ le respondí y fingí molestia mientras miraba lo que la profesora estaba anotando.
─Buenos días hermosa─ me murmuro y de reojo pude ver una sonrisa en sus labios, sus ojos me miraban con provocación esperando mi reacción
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Ocaso Lunar
RomanceLa vida de Maia da un giro inesperado cuando sus padres mueren en un accidente, sin opción se muda al frío pueblo de Northbury para vivir con su abuela materna, intentando iniciar una vida normal después de todo lo ocurrido, claro que cuando te top...