Me desperté temprano ese día, más que nada por la simple alegría de ver a saimón, incluso el clima no podía quitarme el buen humor que ya tenía, baje a la cocina donde la abuela y ben estaban desayunando, era domingo y casi nunca desayunábamos los tres juntos con calma por lo que me sentí aún mejor de ánimo, mara me paso una tostada con mermelada, mientras yo me sentaba con mi café
─Como la pasaron cariño?─ me preguntó mara
─Muy bien abuela, nos divertimos bastante, las chicas son muy amables conmigo.
─Qué bueno, me alegro que allá echo buenas amigas, es muy importante para la vida y a qué hora vendrá por ti?─ me pregunto ella
─A la tarde me dijo aún no me dijo bien la hora─ le respondí y miré a ben mientras daba un sorbo de café
─Quien vendrá?─ preguntó el
─Saimón, él la invitó a una cena romántica─ le respondió la abuela con una sonrisita
─Parece que el muchacho sabe conquistar a una joven─ dijo ben con una sonrisa.
─No vendré tarde, la prometo─ respondí mirando a ben, quería que el supiera lo mucho que respetaba la casa y a el.
─No hay problema maia, solo tengan cuidado, dijeron que el clima iba a descomponerse─ ben respondió de forma dulce, casi como si esas palabras las podría decir mi madre
─Tendremos cuidado entonces.
Desayunamos muy tranquilos, mientras intentaba convencer a ben que no tenía ningún problema de adicción con el café y mara reprochaba a mi favor que el era igual con las cosas dulces, entonces entre palabras reíamos, se sentía todo tan... tan pacífico, por primera vez desde que llegue
sentí que ese lugar era mi casa y que las personas que estaban enfrente mío realmente se sentían como mi familia, me sentí cómoda y de alguna forma entre sorbos de café acepte que esta nueva vida no me hacía sentir culpable, sino agradecida de pertenecer a un lugar lleno de amor.
Cerca del medio día la abuela se fue a la sala a tejer, me llamó para tomarme las medidas, me mostró el color rojo que había elegido, era muy bonito.
Le dije que me gustaba mucho, me iba a sentar a su lado con un libro cuando mara se levantó de golpe que hasta ben se asustó.
─Te compraremos un lindo vestido!, también unos zapatos y medias, necesitas algo bonito para tu cita!, ¡como no lo pensé antes!, vamos maia muévete─ me dijo mara caminando rápidamente por su abrigo y su cartera.
─Pero abuela, no es necesar...─ antes de terminar mara me interrumpió mientras me tomaba del brazo.
─Claro que es necesario, amor ya regresamos─ dijo mara y me arrastro hacia afuera, pude escuchar la carcajada de Ben dentro de la casa.
En los quince minutos que nos llevó llegar a la ciudad, mara me detalló lo que había en la tienda y que debería elegir medias cancanes por separado, porque las enteras son molestas para tener que ir al baño, además son mucho más bonitas, también me contó de la cantidad de vestidos que tenía, me preguntó si precisaba maquillaje, a lo que le respondí que tal vez podría comprar un labial
eso le fascinó, parecía muy alegre por nuestra salida de compras, tal vez extrañaba hacer este tipo de cosas, mi madre se mudó cuando tenía 18 años y luego de eso veníamos a visitarla, pero no era lo mismo supongo, a sique aprobé cada idea que ella me daba, incluso la de pasar por la peluquería para que me hicieran algún recorte, decía que mis puntas estaban algo dañadas, tal vez por el frío.
Una vez llegamos ambas caminamos hacia una tienda que quedaba a dos cuadras de la librería que antes había ido.
Tenía un cartel afuera que decía "La tienda de Cleo".

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Ocaso Lunar
RomantizmLa vida de Maia da un giro inesperado cuando sus padres mueren en un accidente, sin opción se muda al frío pueblo de Northbury para vivir con su abuela materna, intentando iniciar una vida normal después de todo lo ocurrido, claro que cuando te top...