One Shots : Marvel (1)

THOR

THOR 

-No escuché truenos pero de tus dedos han salido ¿Chispas? 

Mi ira iba en aumento mientras me encontraba atrapado en esa estúpida silla. Frente a mí un hombre muy extraño vestido de manera fuera de lo común cuestionaba quién era. Era Thor hijo de Odín pero parece que este tipo no quería creerme. 

Una chica me había dejado inconsciente con una descarga eléctrica y me había llevado allí, la miré con furia. Ella solo me dio una sonrisa sarcástica antes de mirar al hombre mayor de nuevo.

-¿Qué me has traído Eyra? 

La miré sorprendido al oír ese nombre ¿Podía ser que se tratase de la diosa de la salud? pero entonces ¿Por qué estaba allí? Debería de estar en Asgard con el resto de los dioses presidiendo el consejo. Intenté no parecer sorprendido mientras alternaba la mirada entre ella y las personas que me rodeaban.

-Un luchador 

El viejo me repasó con la mirada e hice lo que pude para no encogerme con repulsión. Este arqueó las cejas y sonrió. 

-Me lo quedo -movió las manos hacia una chica bajita y rechoncha con un bastón grande de forma circular- Topaz transfiérele las unidades. 

La tal Topaz miró a la chica con rabia y después volvió a mirar al viejo. Este la miró a la vez y movió la mano de nuevo. 

-Vamos hazlo ya 

A regañadientes Topaz pulsó unos botones de un brazalete que llevaba alrededor del brazo haciendo que se oyera un pitido al otro lado de la sala. 

La chica sonrió con satisfacción antes de mirarme y despedirse de mi con la mano. La rabia crecía dentro de mi a cada segundo que pasaba. Notaba la electricidad en mis venas pero me contuve para hacer un disparate.

-Pagarás por esto -dije con los dientes apretados

Ella me miró sin amilanarse y me enseñó su brazalete con la cantidad desorbitante de unidades marcada en él.

-De hecho ya me han pagado por esto 

Gruñí en respuesta y ella sonrió antes de desaparecer por las grandes puertas del lugar. 

-En fin mi nuevo amigo, acompáñame por favor 

La silla se movió solo llevándome detrás del viejo a través de unos rieles que había en el suelo. Entramos en una sala llena de personas que parecían estar por una fiesta, a juzgar por la gente que bailaba y la música a un volumen más bien alto.

-¿Puedo preguntar donde estoy? -grité por encima de la música mientras el viejo se colocaba detrás de la mesa de mezclas moviendo los platillos para cambiar el ritmo de la música-  Estás en Sakaar ¿No has prestado atención a la guía?

Un escalofrío recorrió mi espalda, estuve más concentrado en no marearme que en escuchar la historia del lugar donde me encontraba. Lo único de lo que me acordaba era de una frase "El gran maestro, el primer perdido y el primer hallado, no temas pues ahora has sido hallado y en breve conocerás al gran maestro". Después todo fue una explosión de color y imágenes demasiado rápidas.

-La verdad es que no

Se encogió de hombros

-Es una pena, en ese caso te lo explicaré brevemente. Estás en Sakaar donde acaban todas las cosas perdidas del universo, o aquellas que no encuentran su lugar entre los mundos. Vienen a pedirme consejo y asilo y yo obviamente se los doy, por un precio.

-¿Qué precio?

-Deben vencer a mi campeón en las luchas que se organizan en el coliseo, si lo vencen les doy información, y si no.... bueno digamos que no acaban muy bien parados