"-Confío en ti, Ash"
Ali era una adolescente normal,tenia amigos,asistía a la escuela,tenia una familia feliz,no se preocupaba por nada mas que no fuera estudiar....claro,hasta que todo se fue a la mierda y tomó el único camino que le quedaba,lastim...
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𝐄staba en el hospital, después de pelear verbalmente con Maddy salí de mi casa y me dirigí al hospital para visitar a mi mamá y saber cuando salía del hospital, desde que salí de casa sentí que algo me seguía, haciéndome sentir nerviosa y asustada a la vez, cuando llegué al hospital me sentí mas relajada ya que había mas personas en el lugar, ingresé al edificio y pude ver a gente corriendo por todos lados, caminé hasta el ascensor y presioné el botón para que bajara, mientras esperaba pasé mi vista por todo el lugar, afuera pude ver un auto color beige algo viejo estacionado frente al hospital, fruncí el ceño pero después me relajé, seguramente estaba pensando mal.
El ascensor se abrió y entré a la caja metálica, presioné el botón del piso dos y esperé, suspiré y me arrimé a la pared del ascensor, después de unos segundos la puerta se abrió dejándome ver enfermeras y pacientes en los pasillos, caminé hasta encontrar la habitación de mi mamá, cuando la encontré abrí la puerta pero me sorprendí al ver la camilla vacía, me adentré a la habitación y pasé mi vista por todo el lugar, sus cosas estaban acomodadas en la mesa que estaba en la habitación y la camilla estaba tendida, salí de la habitación confundida y con el corazón latiendo a mil, estaba pensando lo peor sin saber que pasaba en realidad, me convencí de que solamente se la llevaron a hacer exámenes, una de las enfermeras que cuidaba a mi mamá pasó por el pasillo y la seguí, la tomé del brazo y se dió la vuelta.
──Marittza ¿sabes que pasó con la paciente de la habitación 216?
── ¿Martina Torres?
──Beldi...Martina Beldi
──No, ella está registrada como Martina Torres, hace unos días pidió que todos sus datos se cambiaran al apellido Torres, incluso vino un abogado y un señor también a visitarla.──Fruncí el ceño confundida y volví a preguntarle si es que sabía donde estaba.──Oh si, se la llevaron a los últimos exámenes de rutina y a que le den los medicamentos, en unas horas podrá irse a casa y el doctor dijo que quería hablarte de algo importante, me dijo que lo buscaras en la cafetería en...──Observó su reloj en su muñeca y sonrió── de hecho se supone que ya deberías estar allá, me voy, tengo que cambiar pañales.──Sonreí incómoda por el comentario y salió corriendo, bajé por las escaleras hasta la cafetería y busqué al doctor con la mirada, lo encontré en una mesa tomando café y otro vaso de café había en la mesa, me acerqué y me senté frente a el mientras tomaba del café.
──Cinco minutos tarde, que no vuelva a pasar.──Volteé los ojos y puse mi mano en mi frente como saludo militar──Si Hitler si señor──Dije con voz seria, me observó y volvió a tomar de su café, bajé mi mano y agarré el vaso, tomé un poco y el doctor volvió a hablar.
──Quería hablarte sobre lo que sucede con tu madre──Bajé lentamente el vaso y carraspeé nerviosa, asentí con la cabeza lentamente, indicando que podía seguir hablando.──Ella necesita muchas medicinas y tiene que mantenerse en reposo, puede hacer actividad física pero no puede correr ya que sus pulmones no tiene buen funcionamiento, si llega a correr o hacer alguna actividad física muy...forzada por decirlo así, podría morir, debes tener cuidado en eso. Ahora, con los medicamentos es distinto, te voy a dar la receta y mañana una enfermera te va a dar un paquete lleno de frascos con las píldoras que necesita, recuerda seguir las instrucciones de los medicamentos al pie de la letra, tomarlas en exceso puede provocar cosas muy feas, y no tomarlas también provoca cosas feas solo que cosas feas mas leves.──Me quedé en silencio por un rato observando la receta que me había dado, fruncí el ceño y hablé.
