"-Confío en ti, Ash"
Ali era una adolescente normal,tenia amigos,asistía a la escuela,tenia una familia feliz,no se preocupaba por nada mas que no fuera estudiar....claro,hasta que todo se fue a la mierda y tomó el único camino que le quedaba,lastim...
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Mi respiración era entrecortada, podía escuchar los rápidos latidos de mi corazón, todo estaba a oscuras y no podía distinguir las figuras.
Pasé mis manos por las paredes hasta poder llegar a la cocina y buscar la linterna en los cajones, no se cuanto tiempo lleve sin luz y era mala idea moverme en la oscuridad.
¿Es buen momento para decir que le tengo miedo a la oscuridad?
No, creo que no lo es.
Suspiré tratando de calmarme, estaba cerca de la cocina, lo sabía, pero sentía que si me acercaba mas algo me iba a pasar.
¿Esto es a lo que llaman el sexto sentido?
Un ruido hizo que me sobresaltara, intenté buscar la fuente del rudio pero fue en vano, seguramente fue de afuera.
Seguí caminando hasta que sentí con mis manos el interruptor de la luz.
Estoy en la cocina.
Hice un intento por prender la luz, obviamente fue fallido ya que no hay luz, boba. Suspiré y sentí una fuerte corriente de frío, la tenue luz de los faros alumbraba, haciendo que el ambiente sea mas tenso.
Eso no me preocupaba, me preocupaba que la puerta trasera esté abierta, y si no estoy mal, eso en las películas de terror significa, literalmente, muerte.
Creo que muchas películas me hacen mal
Me acerqué a la puerta y la cerré con seguro, después me dirigí a los cajones de la cocina y busqué alguna linterna, era imposible que no tuviéramos una.
Cerré el cajón frustrada y apoyé mis codos en el mesón.
No tengo linterna, genial.
Suspiré y salí de la cocina, a este punto ya tenía miedo, estaba caminando por mi casa a ciegas. Quería refugiarme en mi cama y no salir hasta nuevo aviso.
Llegué hasta el sofá y suspiré aliviada, me senté y me quedé ahí, inmovil. Me recoste en el sofá y subí mis piernas. Talvez solo deba dormir y ya.
Cerré mis ojos pero a los segundos los abrí, sentía algo caminar por mi pierna.
Que no sea una cucaracha porque me da algo.
Me levanté y pude diferenciar una figura, estaba en el sofá, sentí los nervios atacarme y abrí mi boca.
-¿Hola?-Pronuncié, la figura se levantó y solté un jadeo, creo que esto es demasiado.-¿Quién eres?-Dije con voz temblorosa y mi corazón latiendo a mil, no obtuve respuesta alguna.-¿Vas a matarme?-Fue lo último que dije, estaba inmóvil, no podía moverme y apenas podía respirar por el miedo. La persona se levantó y esa fue mi señal para correr.
