Radioactivos

Capítulo 2

— ¿A qué te refieres? – Pregunto exaltada.

— Esa insignia es de la Resistencia, solo la tienen los miembros con un alto rango, ¿cómo la encontró tu hermana? Solo podría haber pasado si uno de los miembros se viera en peligro y riesgo de muerte, y para que no se nos descubra, dejó la insignia en un lugar escondido para que otra persone la recuperase en su lugar. Si la hubiera llegado a encontrar una persona del Gobierno, la hubiera hecho desaparecer, pero si lo encuentra una persona de la sociedad y se la queda sin más, lo hubiéramos buscado nosotros, ya que cada insignia tiene un dispositivo de seguimiento. Así hemos descubierto más de un escondite del Gobierno, pero también hemos perdido a muchos a causa de ellos. – Dice Raúl pensativo y algo frustrado.

— Mi hermana me dijo que lo encontró escondido en uno de los baños del instituto. Lo cogió y me lo regalo.

— Es el destino entonces. En vez de salir nosotros a buscar la insignia y a su propietario, tú nos encontraste a nosotros. Pero debes saber que cualquier persona que encuentre una de nuestras insignias y quiera unirse a la resistencia debe pasar por unas pruebas. Si no las llegaras a superar, debo decirte que volverías por donde entraste y tendrías que beberte una solución liquida que te borraría la memoria de los últimos dos días.

— Vaya, que estrictos. ¿Y vosotros sois los que queréis recuperar los derechos de los demás? Si no soy lo suficiente para vosotros me desterráis, justo como lo que hace el Gobierno. No sabría quién es peor, si defendéis una cosa y luego lo hacéis por detrás. Por cierto, te recuerdo, tengo una hermana, y yo no me voy sin ella. Si ella tuviera que hacer las pruebas, insistiré en participar por las dos, ya que es mucho más débil y pequeña que yo. Aún así, menuda libertad tiene la Resistencia. - me quejo.

— A ver, entiendo tu postura, pero tienes que entender que para ganar esta guerra necesitamos a gente que tenga ganas de luchar y de superarse a sí mismo, y eso se demuestra en las pruebas de iniciación, y por supuesto tu hermana las tendrá que hacer porque estaríais en niveles diferentes. La Resistencia existe para buscar la libertad. Estoy seguro que si de verdad tenéis ganas de enfrentaros al sistema de este Gobierno, las dos lo conseguiréis, pero primero tengo que llevaros junto con el líder de la Resistencia, para que os conozca en persona. – Me dice Raúl muy convencido.

— Está bien, os demostraremos nuestra determinación y de lo que somos capaces de hacer, pero, ¿cómo vamos a hacerlo? Mi hermana está sola en el apartamento donde hemos estado viviendo y estará asustada al ver que no fui a dormir con ella. – Digo muy preocupada.

— Mañana tienes que irte a primera hora a por ella y traerla hasta aquí sin que os descubran, coged lo indispensable. Sé que si has aguantado todo este tiempo serás capaz de que no os vean, corre lo más rápido que puedas para que luego tengas tiempo de volver también hasta aquí, ya que tu reloj seguirá activo hasta que nosotros no te lo desactivemos. Recuerda, solo tendrás una hora tanto como para ir y volver. Intenta ser lo más rápida que puedas si no quieres acabar esta partida antes de tiempo. - me aconseja Raúl.

— Entendido, intentaré ser lo más rápida posible y desearé que mis ex-tutoras no estén despiertas. Gracias por la ayuda Raúl.

— No hay porque darlas, ahora descansa y ponte una alarma en el reloj a las 05:45 de la mañana, así saldrás de aquí a las 6 de la mañana y con surte todo saldrá bien.

Pongo la alarma en el reloj y Raúl sale de la habitación cerrando la puerta. Ha sido muy cortes explicándome todo. Es un buen chico. El toque de queda se termina a las 6 de la mañana, por lo que espero que tampoco haya mucha vigilancia a esa hora. Me tumbo en el colchón de la habitación, y acabo quedándome dormida del cansancio.