PERSONALIDAD INVERSA.(SesshKag)

2. Una pelirroja combatiente.

[los cambios pueden verse o no, solo debes ser alguien observador y juzgar con tus propios ojos.] Kagome.

Pov narradora.

Sesshomaru había llegado recién y observó a la miko que tenía los ojos cerrados, también se dio cuenta de que tenía algunas heridas en su cuerpo.

Pasaron unos segundos y el cabello de ésta se empezó a teñir de rojo, su uniforme cambió de color: la blusa se tiñó de rojo sangre y la pollera de un azul con unos tonos más oscuros. Ella abrió sus ojos bruscamente y estos no eran chocolates, sino, que ahora eran de un azul marino oscuro.

Ella miró a cada uno y al cruzar mirada con Naraku, sonrió.

—así que tú eres el idiota que me golpeó —habló muy enojada pero sin borrar esa sonrisa que no tenía intenciones buenas.

—... —él no decía nada, por lo sorprendido que se encontraba.

—¡¿quién eres?! ¿Dónde está Kagome?! —gritó Inuyasha levantándose del suelo.

Ella se ríe ante su comportamiento y con una mirada burlona responde.

—que te importa híbrido, y ella, pues no sé —al terminar de decir su respuesta se encoge de hombros.

Naraku saliendo de su estado, la atacó con sus extremidades.

Ella ensancha más su sonrisa y fácilmente esquivó el ataque sin esfuerzo alguno, se elevó unos centímetros del suelo y a toda velocidad se dirigió al hanyou. Antes de atacarlo, sacó de su mano derecha un látigo de fuego.

El látigo rojo chocó contra los tentáculos del híbrido y los desintegró a casi todos gracias a las llamas que lo rodearon.

Ella sonrió y dijo.

—eres débil hanyou, ¿crees que podrás derrotarme con tu poder? ¡já! que estúpido eres —sus palabras denotaban un gran orgullo, como si ella fuera mucho más poderosa que cualquier otro ser.

Él sabiendo que no podría contra ella, desapareció de la vista de todos, como siempre ha hecho en todo ese tiempo. A ella enseguida se le borró la sonrisa y frunció el entrecejo.

—¡debilucho!... Creía que me iba a divertir, pero solo fue una gra~n pérdida de tiempo —dijo un poco enojada.

Desapareció su látigo e Inuyasha le apuntó con colmillo de acero.

—¿quieres jugar perrito? —dijo divertida.

—¡¿adónde está Kagome?! —gritó muy enojado.

—hump... No te interesa perro, Kagome-Sama no... —de pronto se calló como si se hubiera equivocado en responder y empezó a caminar al bosque, alejándose tranquilamente del híbrido.

—¡¿adónde vas maldita?! —gritó devuelta el hanyou.

Ella no respondió y siguió caminando a paso lento.

—agh... Viento cortante —invocó con su espada, a la vez que una gran ráfaga de poder salió del colmillo para acercarse a la miko pelirroja.

Ella no se movió del lugar y con un solo movimiento de mano detuvo el ataque, haciendo que este se desvanezca.

—Estúpido no te lo perdonaré nunca —susurró y cayó al piso, quedando inconsciente otra vez.

El cuerpo de la miko cayó al suelo inconsciente. Su cabello volvió a la normalidad y su uniforme escolar también.

—¡Kagome! —gritó Sango yendo a su ayuda.

Inuyasha la miró por unos segundos y al escuchar un gemido de dolor de parte de la otra sacerdotisa, rápidamente se fue con Kikyo a ayudarle, para ver si se encontraba bien.