PERSONALIDAD INVERSA.(SesshKag)

9. Una tranquila peliazul.

[abriendo los ojos para despertar, y cerrando el corazón para no sufrir.] Amane.

Continuación.

—"Kagome-neesan... Espero que se encuentre bien, ella es muy importante para mi como el señor Sesshomaru, me recuerda un poco a mi madre difunta... Amable y comprensiva..."

Miró a su amo y se levantó de las raíces del árbol, se dirigió hacia éste y el youkai abre sus ojos para mirarle, ella rápidamente le pregunta.

—Sesshomaru-sama ¿puedo ir al rio a buscar comida?

—¡Jaken! —habló fríamente.

—¿eh?... —se levantó de golpe—¡si amo bonito! —dijo confundido.

—acompaña a Rin a buscar comida —ordenó.

—¡si, amo bonito!... Vamos niña—murmuró y ambos se adentraron al bosque, en búsqueda de un rio.

La pequeña junto con el kappa llegaron a un pequeño claro, y ésta empezó a buscar su comida.

Miró por todos lados y se dio cuenta de una cosa, que en un árbol, cerca de la laguna, se encontraba una bella dama durmiendo pacíficamente.

Rin no hizo ningún sonido y empezó a acercarse a la mayor, con cuidado de no despertarla.

—¿Kagome-neesan? —susurró la pequeña al estar en frente de la susodicha.

La miko no hizo ningún movimiento, y la pequeña empezó a preocuparse, temiendo que le haya pasado algo a ella.

La niña se empezó a acercar más a Kagome, pero antes de tocarla, una barrera se lo impidió.

—¡eh!... ¿Una barrera? —dijo confundida la pequeña, pero al rato sonrió, una alegría la inundó al ver devuelta a la joven que la entristecía pero que a la vez la hacia feliz con su presencia.

—oye mocosa ¿adónde estás? —se escuchó una voz chillona.

La pequeña se precipitó, porque no quería que despertaran a la mayor.

—¡shh! Jaken-sama —susurró Rin.

—tú no me... —se calló al ver a la miko —así que aquí estaba esa sacerdotisa... Que tonta es, así cualquiera la mataría —murmuró el kappa con una mueca en su rostro.

El pequeño youkai se empezó a acercar a la sacerdotisa, pero lo recibió una descarga eléctrica suave.

—¿eh? —dijo confundida la pequeña.

—¡maldita sea! —se quejó el sapo.

Ambos estaban tan entretenidos con la miko dormida, que no se habían percatado de una presencia maligna que se encontraba oculta en ese lugar. Una presencia maligna que había estado escondido desde que encontró a la miko que no pudo acercarse a atacarla, así que esperó por otra presa. Ocultando su presencia, así nadie pudiera sentirlo.

El ser maligno sin esperar más extendió su mano hacía ellos y puso su trampa, un domo cayó en sus presas, un campo que no permitía que el sonido o los seres de adentro pudiesen salir. Y al ya tener preparado todo, saltó sobre ambos y tomó a la pequeña Rin entre sus garras.

—¡no! ¡no, ayuda! —gritaba la pequeña.

—¡maldito! —gritó el Kappa y antes de atacar al ser, apareció detrás de este otra sombra maligna, que lo tomó de imprevisto.

El demonio tomó al báculo y lo voló por los árboles al pequeño kappa.

—¡agh! —se quejó de dolor por el duro golpe, pero miró hacía atrás al pensar que era un árbol, sin embargo era una pared invisible —"otro maldito campo tramposo... así el amo bonito no nos encontrará"