Capítulo 35

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-Capítulo 35-

F: pero Cristina... (Sudando más que antes)
C: yo no estoy tomando pastillas por el momento... Y no podemos tener otro bebé...
F: mi amor... Una vez... No va a pasar nada... (Intentando jalarla a la cama)
C: acabamos de tener 2, ¿y crees que no sucederá nada??
F: no puedo ponerme eso... Nunca me he puesto uno... ¿Qué invento es ese??
C: entonces no hay nada esta noche... Vístete...
F: Cristina... Si quieres...

Justo a tiempo, tan oportunos eran los niños... Y más los bebés, que lloraban cuando algo no iba bien con ellos...

C: ya voy mi vida... (Apurándose en vestirse, antes que despertara a su hermanita)
F: Cristina... (Puesto en pie junto a ella que sacaba a Sebastián de la cuna)
C: ¿qué...?
F: cuando se duerman...
C: ¿vamos a hacerlo como te dije...?
F: no... Pero es que no puedes dejarme así... Mírame...
C: no te voy a mirar nada. Mejor duérmete ya.
F: pero... ¿Y tus pastillas??
C: no puedo tomarlas... Estoy alimentando a tus hijos.
F: ¿y cuándo puedes tomarlas otra vez??
C: hasta que los bebés dejen el pecho...
F: eso puede durar meses...

Y ya para esto Cristina estaba en una silla mecedora, precisamente dándole el seno al niño...

C: pues tú decides...
F: ¿es tu última palabra...?
C: estoy pensando en todos, Federico. No sólo en la pasión del momento...

Se había molestado... Cristina lo supo, lo vio pasar bastante descontento al baño...

Y precisamente en el baño Federico se encontró con la cajita de preservativos... ¿Cómo Cristina osaba en pedirle que se pusiera eso?? ¿Cuándo él le había pedido a ella que se pusiera algo raro...? Pues nunca.

Se tardó bastante tiempo dentro... Tanto que al salir ya Cristina estaba otra vez dormida... Con el bebé pegado a su pecho...

^^ 5am ^^

Una noche bastante desagradable había pasado Federico... Por eso tomó una decisión un tanto radical para él... Porque simplemente no tenía el suficiente autocontrol para la abstinencia en los próximos meses...

F: Cristina... (Pasando el dorso de su mano sobre el brazo de su esposa)
C: ¿hmm...?
F: tengo algo que decirte...
C: ¿qué hora es Federico...?
F: eso no importa mi amor... Despiértate... Un momento...
C: cámbiale tú el pañal por favor...
F: ¿a quién...?
C: a quien se haya despertado y lo necesite...
F: no, los bebés siguen dormidos... Y a Pablo no tenemos que despertarlo hasta dentro de una hora...
C: entonces déjame dormir un rato más... Por favor... (Sintiendo caricias en una pierna)

Federico se había vuelto a acostar, pero abrazando a Cristina... Sabía perfectamente cómo despertarla con sus caricias y sus besos...

F: mi amor... Voy a ponerme lo que tú quieras... Pero necesito estar contigo... Cristina... Por favor...

Pero el cansancio era tal para Cristina que ya estaba dormida otra vez...

^^ 6:30 am ^^

Cristina no desayunaba todavía, pero acompañaba a Federico y a Pablo que tenían que irse dentro de poco...

F: ¿guardaste bien el dinero que pidieron en la escuela...?
Pab: sí papá...
F: no se te vaya a caer, hijo...
Pab: no...
C: Pablito... ¿Te sientes bien...? (Meciendo en sus brazos a Paola)
Pab: sí...
C: ¿estás seguro...?
Pab: de veras...
C: si te pasara algo, nos lo dirías, ¿verdad? A tu papá o a mí...
Pab: sí... Ya terminé...
F: ve a lavarte los dientes y por tus cosas para irnos...

C: Federico, algo le pasa al niño...
F: ¿qué le va a pasar, Cristina? Pues nada...
C: ¿no lo has notado algo extraño...?
F: igual que Elena... Tiene que ser por los bebés... ¿O acaso se ha portado grosero contigo??
C: no... Nunca... Todo lo contrario... Me extraña que esté tan callado...
F: pues no tiene ganas de hablar...

C: ¿y a ti te pasa algo...?
F: ¿no escuchaste lo que te dije esta mañana...? (Atrayéndola hasta que la sentó en su pierna, con todo y bebé)
C: no... La verdad que no... Acababa de dormirme...

La presencia de la pequeña no impidió que Federico abrazara y sedujera a su mujer... Ni que usara un lenguaje bastante sugerente con ella...

F: esta noche sí... ¿...? (Besándole los labios)
C: ¿de verdad vamos a hacerlo como te pedí...?
F: sí... Uno, dos o los que tú quieras...
C: bueno, tampoco tienes que exagerar... Con uno es suficiente...
F: no sabes cuánto deseo que llegue esta noche... (Besándola ávidamente, la niña parecía cómplice de sus padres, ya estaba dormidita) No voy a pensar en nada más que en la noche...

Pab: papá... Ya nos podemos ir...

Se separaron asustados, Cristina se levantó nerviosa y Federico la imitó...

C: Pablito, lo que viste...
Pab: se estaban besando...
F: sí... Porque... Porque Cristina y yo...
Pab: está bien, pueden besarse... Están casados...
F: sí... Estamos casados... Mira... (Mostrándole la alianza en su dedo y tomando la mano de Cristina) Enséñale la tuya, mi amor...
C: aquí la tengo... (Algo divertida)
Pab: ¿le puedo dar un beso a mi hermanita antes de irme...?
C: claro que sí mi amor... Y dame otro a mí o me pondré celosa...

F: esta noche... (Después de besar la cabecita de su hija, besó la boca de Cristina)
C: esta noche... (Cerrando la puerta tras ellos)

^^ 8pm ^^

Elena escuchó la puerta y salió corriendo hacia ella, sabía quién había llegado...

Ele: ¡Papi!! ¡Papi!!
F: mi amor... ¿Y tu buen humor a qué lo debemos...? ¿Ya no estás enferma...?
Ele: no fema papi... Vamos jugar...

Federico había pensado encontrarse el mismo cuadro de la noche anterior, pero no...

Todos despiertos... En la recámara principal, Cristina y los bebés en la cama, mientras Pablo aguardaba a Elena con carritos, avioncitos y muñequitos en el piso...

Mentalmente Federico se preguntó si esa era su noche... ¿...?

Cristina salió a bañar a los niños, dejando por un momento a los bebés con Federico...

F: se van a dormir bien temprano hoy, eh... Sí, los 2... (Tomando las manitas de ambos) Tú y tú... Paola y Sebastián... Están bien guapos ustedes, eh...

Él siguió hablándoles, los pequeñitos se mantenían con los ojos abiertos... Y por instinto cerraban las manos en torno a los dedos del papá...

Pab: ya papá...
F: ¿te bañaste bien??
Pab: sí, ¿quieres olerme...? (Alzando un brazo y acercándolo a Federico)
F: ¿te lavaste las orejas??
Pab: también... Y las 2, papi...
F: pero no te peinaste...
Pab: péiname tú... Porfa...
F: ve por un cepillo...

Elena no tardó mucho en aparecer, Cristina ya la había peinado pero venía con ganas de jugar... De seguir jugando... Y Pablo no se quedó atrás...

Dieron lata hasta tarde... Tanto que los tuvo que bajar de la cama y llevárselos a la sala para que Cristina pudiera alimentar al primer bebé...

Esos niños tenían mucha energía o verdaderamente les gustaba disfrutar tiempo con el papá... Le costó tanto hacerlos dormir...

Al volver ya él estaba cansado y Cristina amamantaba al segundo bebé...

Se contestó a sí mismo la respuesta que se hizo cuando llegó... Esa no era su noche...

Frustrado, porque no podía pensar en otra cosa que no fuera eso, ni se fijó cuándo se quedó dormido...

En un momento de la madrugada, Cristina encendió una lámpara, para cambiar de pañal Sebastián...

Y vio a Federico dormido boca abajo... Sin cobija y sin camisa... En simple pantaloncillo, así de caluroso era él...

Además de guapo... Fuerte... Ni cuando dormía dejaba a un lado su atractivo... Y a lo mejor creyó estar exagerando pero ese hombre le encantaba... Desde que lo conoció...

Mientras se subía a gatas a la cama, miró unos segundos hacia atrás, específicamente a las cunas... Los bebés dormían... Y ella continuó...

El deseo se le había despertado de pronto...

Empezó besándole la espalda... Y tocándole la parte trasera de las piernas... Él sólo se inquietó al sentir que le besaba el cuello y unos dedos en su cabellera...

F: Mmmm... ¿...? (Sin abrir los ojos)
C: ¿hmm...? (Haciéndole una caricia en el lóbulo de la oreja)
F: estoy soñando... (Volteando la cabeza)
C: no seas tonto...
F: si... Lo estoy...

Cristina buscó su boca y lo besó como nunca... Como siempre... No lo necesitaba pero lo estaba seduciendo y más bien despertando con besos lentos y sensuales...

Federico fue girando su cuerpo y acariciando la piel de su esposa que tenía al alcance... Mientras ella se iba sentando sobre él... Y el cosquilleo en la zona que sus cuerpos se rozaban terminó de despertar el deseo de semanas...

C: hoy te quedaste dormido tú...
F: ¿y toda la lata que dan los niños...?

Ella rió por lo bajo, cuando las manos de él le aprisionaron el cuello y se levantó un poco para besarla a su gusto...

C: me lo dices a mí... (Separándose levemente, su labio quedó prisionero entre los de Federico)

Aceptó gustosa que la invadiera con su lengua, cuando unas manos subían por sus costillas y le acariciaban los costados de los senos...

Ahora ella tiraba con suavidad de su labio... Teniendo que alzar los brazos cuando él la despojó del camisón...

En un abrir y cerrar de ojos estaba atrapada bajo el cuerpo de Federico... Y cuando lo sintió bajarse el pantaloncillo, se acordó de lo importante...

F: ¿qué...?
C: recuerda... Lo que tienes que usar...
F: ah... Sí... Sí... (Estirando la mano hasta uno de los cajones junto a la cama, sacó el paquetito de la noche anterior)
C: ¿por qué lo dejaste ahí??
F: fue esta mañana... (Queriendo abrir ese extraño plástico)
C: no vuelvas a hacerlo, los niños pudieron encontrarlo... Dios mío... Elena...
F: ya... (Con una sonrisa de triunfo pues sacó el contenido del famoso envoltorio)
C: póntelo... Ándale...
F: si con esto me pasa algo, tú serás la culpable...
C: ¿culpable...? (Abrazándole del cuello, lo atrajo para besarlo)

Y antes de que intercambiaran más palabras, ya él estaba empujando con firmeza entre sus piernas... Soltando un gemido al estar profundamente alojado en su interior...

Inmediatamente se desbocó... Dando rienda suelta a su pasión... Las embestidas eran constantes pero incontrolables...

Cristina abrazada a él convulsionó del placer un rato después, entre gemidos... Seguida por su marido... Un maravilloso éxtasis...

Desnudos y después que Federico volvió del baño, se abrazaron bajo la cobija... Y principalmente él pudo ser más consciente del cuerpo femenino...

F: estás muy flaca...
C: tengo 4 hijos tuyos que cuidar, Sr. Rivero...
F: pues no creo que vayamos a tener más, esos 4 no nos dejan hacer nada...
C: habla bajito...
F: es la verdad... Este momento fue un milagro, los niños ahora son los dueños de nuestro tiempo...
C: ¿Ves cómo no fue tan malo??
F: malo no... Yo diría diferente... (Evitando decir incómodo y extraño)

Porque para Federico todo era mejor al natural...

C: me encantaría seguir platicando contigo, pero creo tener unos minutos para dormir...
F: Cristina... Espera...
C: ¿hmmm...?
F: gracias...
C: ¿por qué...?
F: por todo...
C: no... Dime mejor que me amas... Si es que es así, desde luego...
F: claro que te amo... ¿Tú me amas a mí...?
C: como nunca he amado a nadie...

Ellos no se dieron cuenta, pero los bebés se removieron cada uno entre sueños...

>> Los días siguientes parecieron acomodar las cosas en su sitio... Pero la tranquilidad de la casa se vio afectada cuando a uno de los bebés le dio una infección en el oído...

Pab: Cristina...
C: dime mi amor... (Aplicando el medicamento en el oído de Paola)
Pab: no quiero ir mañana a la escuela...
C: ¿y por qué no...?
Pab: no quiero...

F: ¿no quieres qué...? (Llegando con Sebastián y Elena detrás de ellos)
Pab: ir mañana a clases...
F: ¿cómo que no?? (Con lo poco paciente que era, empezaba a molestarse) Lo único que tienes que hacer es estudiar... Y jugar, Pablo...
Pab: pero papá...
C: hagamos algo... Yo hablo con tu papá y decidiremos... Vayan a lavarse las manos que ya vamos a comer...

F: no tenemos nada qué hablar, Cristina... Pablo únicamente estudia... Yo a esa edad ya trabajaba en el campo... Además, pagué para la fiesta esa que van a tener mañana...
C: ¿es que no te das cuenta?? Mañana es el día de las madres...

¡Día de las madres!! Y él no se había acordado... Era hombre muerto... Tenía que comprarle un regalo gigante a Cristina... La mejor madre que había conocido... Y mamá de sus hijos que era lo mejor...

F: ¿también en la escuela...? (Intentando disimular su despiste)
C: sí... Debe ser el festival que acostumbran a hacer... Me dijiste que estarías pendiente de él y de sus estudios, ¿no sabes nada de esto...?
F: pues el dinero que me pidieron lo envié... Y compré varios materiales que necesitaban... Pero si no quiere ir, ni modo... No lo voy a obligar, ni yo iba a esas... A esos asuntos...
C: hablaré con él y tendrá que decirme cómo se siente... Lo más seguro es que extrañe a su mamá... Es tan pequeño aún...
F: es un hombre.
C: es un niño. ¿Te quedas con los bebés...? Gracias, qué amable...

Federico en frente de los 2 pequeñines, acostados en la cama... Y por lo visto la alocada manía de hablarles, no se le quitaría nunca...

F: tenemos que comprarle algo a mamá... Aunque está un poquito molesta... ¿qué me dicen ustedes...? Necesito ideas... Vamos, tienen que ayudarme...

^^ En el baño de la recámara de Pablo, ambos niños jugaban con la llave de agua... En realidad era Elena quien lo hacía, porque su hermano mayor la sostenía y ya le daba la orden de que acabara de lavarse las manos...

C: ¿cómo van por aquí...?
Pab: ya estamos terminando... Cierra la llave Elena...
Ele: ya...

Cristina los esperaba con una toalla y secó las manos de los 2...

Pab: ¿ya vamos a comer??
C: antes quiero hablar contigo...
Pab: es porque no quiero ir mañana, ¿verdad...?
C: ¿qué está pasando...? (Levantando al niño en peso, gracias a que Elena salió)
Pab: te prometo que los otros días sí voy, pero mañana no... Por favor...
C: está bien, pero antes debes decirme el motivo...

Ya en la habitación, se sentaron en la cama del niño...

Pab: mañana es el festival para las mamás... Y la mía se fue y me dejó... Y tú no puedes ser mi mamá...
C: ¿por qué no...?
Pab: pues porque ya eres la mamá de Elena, Sebas y Pao... Los niños de mi salón se la pasan riendo de mí porque dicen que mi mamá no me quiere... (Ya con los ojos aguados) Y mañana se van a reír más...
C: esos niños no se van a reír más de ti.
Pab: ¿pero cómo...? Eso sólo no va a pasar si tú fueras mi mamá...
C: ¿tú quieres que lo sea...?

Al niño le apenó decir que sí, por eso asintió con la cabeza...

C: pues se acabó el problema, yo también quiero serlo... Y voy a serlo...
Pab: ¿de veras??
C: de veras... (Recibiendo al niño que se aventó a sus brazos)
Pab: ¿y te puedo decir "mamá"??
C: cuando tú lo desees...
Pab: ¿todos los días??
C: siempre que quieras...
Pab: ¿y no me vas a dejar ni te vas a morir??
C: no... No mi amor... Ahora tengo 4 hijos preciosos que cuidar... (Abrazándolo al tiempo que lo llenaba de besos)

^^ Después de comer, Federico se alistaba para ir a la universidad...

F: así que por eso no quería ir...
C: te dije que lo notaba raro hace días... Era por eso...
F: Cristina, te juro que el día que encuentre a esa mujer voy a... (Juntando sus manos como si fuera a ahorcar a alguien)
C: por Dios, Federico...
F: yo sé lo que es crecer sin una mamá... Sé lo que mi hijo ha estado sufriendo...
C: pues ya no va a sufrir más... Ya le dije que yo soy su nueva mamá y mañana iré con él al festival...

>> Con lo que Cristina no contaba era con que la bebé no la dejaría dormir en toda la noche... El malestar del oído no se le quitaba... Ese fastidio común de los niños cuando se enfermaban y la preocupación de la mamá...

Eran las 6 de la mañana cuando Cristina pegó un momento el ojo... Con la pequeña dormida junto a ella...

Se removió al escuchar que alguien entraba...

Pab: mamá... ¿Estás despierta...?

En medio de su agotamiento, Cristina sonrío...

C: sí mi vida... Buenos días...
Pab: feliz día... (Entregándole una rosa hecha completamente de papel)
C: qué hermosa... Es la más bonita que me han dado en mi vida...
Pab: yo la hice solito... Bueno, la maestra me ayudó pero nada más un poquito...
C: lo que verdaderamente me importa es que tú me la regalaste... Gracias...
Pab: No te olvides que el festival empieza a las 10...
C: ahí estaré... No te preocupes...

El niño la besó y salió corriendo a su habitación para cambiarse de ropa... Federico que había oído todo desde el baño, se acercó a la cama...

F: no creo que puedas ir...
C: Federico...
F: iré yo...
C: ¿estás loco?? Es el día de las madres... ¿Cómo vas a aparecerte tú??
F: no dormiste nada anoche... Y Paola no ha mejorado mucho...
C: me ayudarías bastante si te quedas con los bebés y con Elena...
F: pero... ¿Y si quieren comer??
C: mi amor, ¿ya olvidaste que a Elena le dejaba biberones en el refri??
F: está bien... Sólo porque son nuestros hijos...

Cristina tuvo que hacer uso del maquillaje para cubrirse las ojeras, además de verse mejor, estuvo una cantidad considerable de tiempo preparándose para salir... Que si el cabello, las uñas, la ropa, los zapatos, la bolsa...

Elena terminó con un peinado diferente y las uñas pintadas del mismo color que la mamá por tanta insistencia... Incluso también con los labios pintados...

Lo que no le gustó mucho a la niña fue que no la llevara con ella...

20 minutos más tarde, Cristina entraba a la institución privada que ella y Federico escogieron para que Pablo estudiara y donde en un futuro cercano Elena y los bebés también estudiarían...

Cómo llegó antes de que el festival empezara, fue en busca del niño... Hace mucho que no visitaba la escuela...

Y la mujer que hace días merodeaba en las afueras del plantel, reconoció a Cristina..

Caminó decidida a entrar...

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