🥀XIII: Chapitre douze.

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Aquel beso tan dulce, lleno de tantos sentimientos, fue interrumpido por la rubia quién luego de haber correspondido golpeó a aquel chico en el pecho separandolo de ella.

— Mi turno ha acabado —dijo limpiandose los labios con el dorso de su mano cómo si quisiera borrar el beso. — Tendrás diversión, luego de que me vaya —se levantó del sofá.

El castaño suspiró con cierto cansancio. No sabía cómo explicarle a Vera que realmente la quería. Que no planeaba abandonarla. Claramente Vera no le creería, lo odiaba demasiado cómo para pensar en qué aún le amaba.

<<Si tan, sólo supieras que yo también siento lo mismo aún... >>pensó la rubia.

Pero no le diría, sabía que su orgullo nunca la dejaría hablar. Cruzó la puerta, y se adentró en el pasillo en donde encontró a Chuuya quién sólo observó a la rubia. La cual iba totalmente molesta, o al menos eso intentaba aparentar.

(Hace unos años atrás)

Aquel beso comenzó a intensificarse, mientras las manos de aquel chico, bajaban hasta la cintura de Vera sostiendola con fuerza. La manos de Vera se enrendaron en su cabello castaño. Vera le quitó la gabardina color negro, la cuál cayó al suelo mientas aquel chico no se separaba de los labios de la rubia.

—D-Dazai... —dijo en mientras soltaba un suspiro.

(Por la mañana siguiente)

La pintora, despertó y removió las sábanas buscando a aquel chico que no estaba allí. Suspiró y se incorporó de la cama, tomó su teléfono para escribirle un mensaje de texto a su "novio".

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Al terminar la conversación, la chica dejó su teléfono en la cama y se acercó al baño para tomar una ducha.

(Minutos más tarde)

La chica terminó de pintar un cuadro que sería parte de su galería, era algo sencillo y pequeño.

— ¿Acostumbras siempre a esconderte de mi, Dazai? —preguntó la rubia mientras se levantaba del suelo.

— ¿Desde hace cuánto sabes que estoy aquí?

— Lo he presentido —admitió.

— Medusa siente la llegada a las personas.

—Quizá no de las personas, pero sí de los suicidas cómo tú —sonrió.

— ¿Debería sentirme halagado?

— Eso creo.

Dazai cayó frente al sofá de la chica, con pereza mientras veía a Vera preparar lo que parecía un té. Luego tomó asiento frente a el castaño.

— En el mensaje que me enviaste esta tarde, dijiste que querías hablar conmigo —dijo mientras vendaba su brazo izquierdo.

— Si... Realmente—murmuró. —¿Qué sientes hacia mí? —preguntó de golpe.

Y con tal sólo esa pregunta el ambiente logró tornarse tenso. La tranquilidad que antes estaba desapareció con tan sólo una pregunta, no podría el chico decir que experimentaba emociones fuertes hacia Vera, pero tampoco la despreciaba. Quizá sólo quería seguir teniendo sexo con ella, y no algo más sentimental.

Pero Vera por más que lo pensara, sabía que el realmente en raras ocasiones los "Te amo" se escapan de su boca sin que la rubia le correspondiera.

— ¿Entonces? No piensas decirme nada.

— ¿Qué quieres que te diga?

— No lo sé, yo no puedo pensar cómo tú... Tienes la cabeza fría, ¿No?, justo ahora deberías de saber.

— Vera... —se acercó a ella.

La rubia no retrocedió, ni se inmutó al sentir la mano del chico en su mejilla intentando parecer que, la pregunta no le hubiese tomado por sorpresa.

— Sabes que... —murmuró.

— ¿Yo te gustó?

— Quizá sea eso —reconoció. —Pero tampoco quiero que alguien más tenga razón sobre esto. —colocó su mano en la mejilla de la joven acariciándola.

— No comprendo.

— Que quiero que nadie sepa que realmente somos algo. —Finalizó para cortar la poca distancia que había entre ellos. Besando a Vera de forma dulce.

Dark Times 🥀 Dazai Osamu🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora