Dark Times 🥀 Dazai Osamu🔞

XVIII🥀Chapitre dix et sept.

(Hace 3 años)

Dazai golpeaba de forma salvaje a aquel chico de unos años menor que el, por otro lado, estaba Vera quien miraba la escena con desaprobación no aceptaba la manera en cómo Dazai maltrataba a aquel "niño".

En ese momento el azabache tenía 16 años de edad, y Vera 19. Dazai se acercó a Vera le dio un beso y se despidió de ella, por su parte Vera se incorporó de su asiento y se acercó a Akutagawa. Quién tenía el cuerpo totalmente golpeado y tenía la cara con algún moraton.

— Ven te ayudaré a levantarte y... Vamos a mi habitación voy a curarte —dijo la chica con un tono de voz dulce.

— M-Medusa... No es necesario que —

— Vamos niño, nadie va a ayudarte y lo sabes —sonrió.

La sonrisa de aquella chica parecía tan, sincera tanto cómo sus ganas de ayudar a Akutagawa.

(Días después)

Vera tomaba un baño mientras observaba a Dazai sentado frente a la bañera de la chica, el castaño se levantó de su asiento, se despidió de Vera con la excusa de que Mori le había ordenado arreglar unas "cuentas" y claramente iría junto a Chuuya.

Le dio un beso a Vera en la mejilla, y salió del lugar. La de cabello corto se sumergió en la bañera provocando que su rostro se cubra con el agua de la bañera dejando de lado el ruido de afuera absorta en su propio mundo. Hasta que fuera del lugar se escuchaba cómo abrían la puerta de la casa de la pintora.

Después de unos minutos aquel que se atrevió a entrar en casa de Vera se sentó al par de la bañera, y espero a la chica quien estaba sumergida en la bañera.

La rubia dio una bocanada de aire saliendo a la superficie, mirando a un azabache de puntas teñidas de blanco tenía su típico semblante serio.

— Tiene un trabajo que hacer, Medusa —informó.

— ¿Trabajo? ¿Qué clase de trabajo? Deje todo ayer claro —

— Uno de los compradores, nos debe dinero aún y —

— Entiendo, entonces mocoso—miró al chico —Espera afuera debo ponerme algo de ropa.

(Minutos después)

Vera salió de su apartamento junto a Akutagawa quién le seguía cómo si fuese un cachorro perdido debía admitir que la rubia lo hacía mantenerse sereno y olvidar las cosas a su alrededor, aun así maldecía el hecho de saber que ella salía con Dazai, y odiaba más el saber que este simplemente la quería para una sola cosa: sexo.

— ¿Llegamos? —preguntó la chica.

—¡Ah! ¡Si! —respondió algo asombrado. ¿Desde qué momento estaban frente al lugar?

— Bien, entonces entraré y... Quédate aquí —

— ¡No! ¡Debo ir con usted Medusa no que pueda pasarle!

— ¿Desde cuándo te preocupas tanto por mí? —sonrió. —Estaré fuera en unos minutos.

Vera ingresó en aquel lugar, golpeó la puerta derribándola de una sola patada, y todo ocurrido de una forma realmente rápida, fuera se escuchaba los gritos de algunos hombres pidiendo ser des-petrificados.