Capitulo 14: Mierda, y doble mierda.

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Escuchar la rolita cuando empiece la letra de está misma, confío en ustedes, bbs

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Dejó de besar al chico que tengo en frente de mi para tomarme un respiró de tan caliente beso. Pego mi frente con la suya y suelto:

—Bien, chico misterioso —palmeo su hombro dispuesta a irme, miro a mi alrededor—. Fue un buen beso, pero adiós.

Me despido de el, tratando de alejarme por completo con pasos tambaleantes.

—¿Chico misterioso? —dice una voz. Y juro por dios que mi rostro palidece y vuelvo a estar sobria—, ¿Es que ya no nos conocemos, amor?

Corte, corte ¿que putas fue eso?  

Volteo hacia la voz con una velocidad que me hace doler el cuello 

Disan.

—¿Tu? —entrecierro los ojos en su dirección—, tiene que ser una jodida broma 

Miro hacia el cielo, bueno techo, esperando que algún ser divino me diga por que mierda me pasan estas cosas a mi.

—No es ninguna broma —sonríe burlándose—. ¿No lo disfrutaste?  

Le saco la legua en un gesto infantil. 

—Claro que no, idiota —niego mirando mis uñas, ahh que chulas se ven hoy .

Acorta la distancia entre los dos para tomarme por la cintura y pegarme a su cuerpo, haciéndome sentir su erección en mi abdomen.   

—A mi me pareció otra cosa —cuando estoy por responderle, hunde su rostro en el hueco de mi cuello dejando un beso húmedo en el—, y estoy tan jodidamente en lo cierto, que si te toco ahí voy a sentir lo mojada que estas  —jadeo apretando las piernas. 

Perdón, Dios, por todo lo que mi mente lujuriosa piensa en estos momentos. 

Me maldigo mil veces por dejarme envolver con sus caricias en mis piernas desnudas. Pero la burbuja en la que estábamos, que por cierto gritaba, sexo, sexo, sexo  por todos lados estalla cuando mete su mano debajo de mi vestido. Lo empujo lejos de mi. 

—Eso pasara cuando yo quiera que pase —digo firme con una sonrisa un poco tensa. 

El gruñe fulminándome con la mirada. 

—Pero...—lo interrumpo. 

—Es mi cuerpo  y si yo digo que no, no vas a tocarlo. 

Me alejo de el, molesta. 

—¿Qué creía? ¿Qué puede venir y follarme cuando quisiera? Maldito imbécil —dejo de parlotear cuando a lo lejos veo a Maggie. 

Voy hasta ella pegando saltitos como niña. Cuando estoy detrás suyo, la abrazo por la espalda mordiendo el lóbulo de su oreja.   

—Holaa, Jugo Magi —saludo, ignorando a las personas de su alrededor, bueno solo a una no...

La persona que llama mi atención se da la vuelta dándome una esplendida vista de su fabuloso culo, ah vistas grandiosas de la vidaa

—Tan idénticos —murmura rodando los ojos. 

Sacudo la cabeza centrándome en ella. 

—¿Que? 

—Olvídalo 

—Echo —digo para fastidiarla. 

Pero tal parece que la termino encabronando cuando dice: 

El último suspiró.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora