Ilumíname - Larry Stylinson

Capítulo 4.

Harry estaba sentado al pie de la cama. Escuchaba algunas risas en la sala, dónde se imaginaba que los chicos hacían de las suyas y Louis seguía hablando con Eleanor. Le dio asco el solo pensar en Eleanor. ¿Por qué no masticaba a Eleanor? Ni siquiera la conocía, y Harry era de aquéllos que pensaban que primero hay que probar para juzgar. Quizá no era el tipo de personas que le agradaban o… ¿A quién engañaba? ¡Estaba con Louis, punto final! Eso haría que la odiara por el resto de la vida. ¿Te das cuenta de lo que estás pensando, Harry? Se dijo. Negó con la cabeza y se fue directamente a la ventana, había un hermoso crepúsculo y la luna comenzaba a hacer su aparición. Ya comenzaba a hacer algo de frío. Suspiró por unos momentos y puso su cara de pensador (la cuál resultaba algo graciosa si la mirabas con atención). Cerró los ojos por un momento cuando de pronto quedó cegado y Harry se espantó.

—¡Adivina quién soy!

Obvio a Harry no le costó nada adivinarlo. Era más que seguro que era Louis. Louis, el chico que robó mi corazón en menos de doce horas.

—¿Liam? —Harry bromeó—. Ya sé que eres tú Louis.

Louis quitó amabas manos de los ojos de su amigo y cuando este se volteó quedaron muy cerca, como lo habían estado en el sillón. No de nuevo. No fue sorpresa que a Harry le latiera el corazón violentamente, podía jurar que hasta se escuchaba a una gran distancia. Louis se rio y Harry no puedo evitar hacerlo también.

—¿Cómo van los chicos? —Preguntó Harry.

—¡Bien! —Louis lo miró directo a los ojos—. Zayn se acaba de ir, creo que se iba a ver con la persona con la que “no se mandaba los textos”.

Harry no puedo evitar reírse.

 —¿Y Liam?

—Qué curioso. —Louis lo miró algo serio.

—¿Qué curioso de qué?

—Liam preguntó por ti también. ¿Qué se traen ustedes dos? ¿A qué ya te enrollaste con él o algo parecido?

—¡Louis Tomlinson! —Harry se exaltó—. ¿Qué mente tan más puerca tienes? —Rio muy fuerte.

—Solo bromeo, Harry.

—¡Yo también te bromeo, menso!

—No me insultes —Louis puso ojos llorosos—. Solo faltabas tú.

—Ay no. Louis perdón —Harry se acercó a Louis y lo abrazó—. No fue mi intención, lo juro.

—¡Solo te bromeaba, menso!

Justamente cuando Louis correspondió aquél abrazo Harry se separó de él y lo miró bien serio, hizo una risa sarcástica y volvió a juntarse con su amigo.

—Somos unos chistositos.

—Ya sé, somos tremendos. —Harry sonrió.

—Harry, ¿te confieso algo?

—¿Qué cosa?

—Esperaba un abrazo tuyo.

¿Esperaba un abrazo mío? ¿Qué se suponía que significaba eso? De todos modos, Harry solo sonrió. Esperaba un abrazo mío.

—¿De verdad?

—Sí, Harry. Por alguna loca razón, se me ha dado esa necesidad de protegerte, no sé por qué, pero así es.

¡Quiere protegerme! Harry estaba completamente emocionado por dentro, no podía demostrarlo, pero en verdad que lo estaba. Quería saltar, cantar, correr, reír. ¡Quería hacer de todo! Sabía que eso de que a Louis se le había dado la necesidad de protegerle no era una forma de amor, pero era lo que le bastaba a Harry por ahora.

—Bueno, pues a mí se me ha dado la necesidad de que me protejas. —Harry bromeó.

—No te burles, Styles. Lo que te digo no es un chiste.

No pensaba que hubiera sido un chiste. Jamás pensaría eso. Aún seguían abrazados, y se balanceaban, como si estuvieran bailando un vals o algo parecido.

—No me burlaba. Se me hace cool que quieras protegerme Louis. Es un gran gesto de tu parte.

Louis sonreía a todo lo que le decía Harry. ¿Qué me has hecho eh? Pensó Louis. Tengo novia, y la amo, pero no puedo dejar de sentir estos latidos cuando estoy a tu lado. ¡Ni siquiera te conozco!

—Bueno, para eso son los hermanos, ¿no?

—Creo que sí.

Hermanos. ¿De verdad? ¿Hermanos? Estaba bien, ¿qué quería que le dijera? ¿“Reviento si no estoy contigo”? Aun así a Harry le seguía bastando que Louis tuviera la necesidad de querer protegerlo.

Ambos se miraron y sus labios estaban a menos de diez centímetros, las sangre les hervía (el sentimiento ya era mutuo), una corriente les recorría la espina y ambos estaban algo excitados. ¿Qué piensas hacer? Pensó Louis. Para, para, para. Se acercaron poco a poco, ya estaban cerca… Podían sentirlo, ya solo faltaban unos milímetros. ¡No puedo creer que ahora si nos besaremos de verdad! Ahora pensó Harry. Los dos cerraron los ojos y cuando por fin pudieron sentir sus alientos… Algo los interrumpió. El sonido de un celular.

No de nuevo.

Pero esta vez no era Eleanor, más bien, no era nada que tuviera que ver con Louis, que por cierto se rascaba el cuello algo sonrojado. Ahora, lo que había interrumpido aquélla escena había sido el celular de Harry.

Un nuevo mensaje. ¿De quién será? Harry presionó en su celular Ver y el mensaje se abrió. Era de su madre:

Harry, ¿dónde estás? Espero que estés bien, tú padre se arrepiente de lo que te hizo. Por favor, regresa. Te extraño y te amo.

¿Qué se arrepiente de lo que hizo? ¡JA! Sí como no.

—Harry, ¿sucede algo?

—Eh, ¡sí! No pasa nada.

—¿Seguro? De un segundo para otro te has puesto pálido.

—Seguro.

Pero de nuevo no era así. Miró el mensaje de nuevo y seleccionó Eliminar. Su madre le extrañaba, y a ella sí le creía, pero a su padre no. No volvería nunca más a vivir en el infierno que había vivido. Por ningún motivo regresaría de nuevo a su casa, sabiendo que su padre aun seguía ahí.