Capítulo 21.

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Harry comenzó a respirar aceleradamente. Louis le tomó de la mano.

Se encontraban justo en frente de la puerta de la casa de Harry.

—Estoy nervioso —dijo Harry más para él que para ambos.

Louis le apretó más la mano.

—Aquí estoy yo —lo consoló—. No tengas miedo. Yo te voy a proteger.

—Está bien.

Harry respiró profundamente, cerró los ojos por un instante, y acto seguido, tocó la puerta tres veces.

Nadie abrió.

—No hay nadie —Harry estaba nerviosísimo—. Mejor vámonos.

—No. No, no, no.

—Pero no hay nadie…

Louis tocó la puerta de nuevo, y al cabo de un segundo, una señora con la mirada triste abrió la puerta. Era la mamá de Harry.

—¡Mamá! —Harry se tiró hacia ella abrazándola.

Ambos comenzaron a llorar.

—¡Hijo! —Exclamó la señora con un hilo de felicidad en su rostro.

Un minuto después se separaron y se miraron a los ojos. Louis solo observaba, y al ver tal escena de madre e hijo se quedó conmovido, hasta ya casi comenzaba a llorar.

Pues madre e hijo ya estaban llorando.

—¿Y quién es este apuesto muchacho? —Dijo la madre de Harry secándose las lágrimas con una sonrisa en su rostro.

—¡Ah! Mamá, este chico es Louis —Harry pasó de mirar a su madre a su amigo—. Louis, esta es mi mamá —turnó su mirada de nuevo.

—Hola señora, mucho gusto —dijo Louis acercándose a su suegra con una enorme sonrisa en el rostro, ofreciéndole su mano.

—Mucho gusto, hijo.

Pero la madre no le aceptó su mano, en cambio, se acercó a él y lo abrazó.

Un segundo después, se separaron.

—He estado con él estos últimos meses, mamá —Styles dijo con un hilo de nerviosismo en su voz.

La verdad es que no estaba seguro de en qué términos lo había dicho.

—Bueno, estás bien, y es lo que cuenta. ¡Pero miren que mala mamá soy! Los tengo aquí afuera… ¡Pasen! ¡Pasen!

La señora se rió.

Harry tomó de la mano a Louis y ambos entraron a la casa.

Después de unos momentos, Harry tragó saliva con mucha más dificultad, porque tenía una pregunta en mente que le andaba rondando desde antes de tocar la puerta.

—¿Y… Dónde está papá? —Dijo Harry nervioso.

Y fue como si un cuchillo hubiese cortado la buena vibra en la casa. La mamá se puso algo seria, y Louis también, pero de todos modos volvió a apretarle la mano, en señal de que él estaba ahí para él.

—Tu padre… Él no está, salió. Pero estoy segura de que no tarda en regresar.

—¿Y cómo estás mamá? —Harry de verdad que estaba muy preocupado por ella.

—Pues mal, hijo. Ni un día supe nada de ti. No sabía cómo estabas. Tu padre no me ha dejado salir a buscarte… He vivido muy mal y bastante preocupada desde que te fuiste.

—Más bien desde que mi papá me echó.

—Ya, no hay que pelear por eso.

Hubo unos cuántos segundos de silencio.

Louis solo se quedaba callado, miraba a Harry con mucha ternura.

—¿Pero cómo estás, mamá? ¿Papá te sigue tratando mal?

La mamá de Harry bajó la mirada y se quedó mirando un momento sus manos.

—Lo está haciendo de nuevo, ¿verdad? ¿Te sigue pegando? ¿Mamá?

La señora comenzó a llorar, comenzó a temblar.

Harry se acercó a ella y la abrazó de nuevo.

—Tranquila, mamá. Te prometo que ese hombre jamás volverá a ponerte una mano encima.

—No… No digas eso, hijo —la mamá de Harry sollozaba.

—Yo te voy a cuidar. Te lo prometo.

Louis seguía ahí observando, sin decir nada más, pero tuvo necesidad de decir lo siguiente:

—Nosotros la vamos a cuidar, señora.

Harry se sorprendió un poco de haber escuchado aquéllas palabras provenientes de los labios de su chico. Lo único que hizo fue sonreírle y susurrarle un sincero agradecimiento.

Un momento después, las cosas se calmaron, y aunque la mamá de Harry aún tenía lágrimas saliendo de sus ojos, sonrió y preguntó:

—¿Quieres mucho a mi hijo, Louis?

Aquélla pregunta hizo que el corazón de ambos chicos se sobresaltara. Harry jamás se imaginó a su mamá preguntando tal cosa, y Louis… Bueno, Louis tampoco.

—¿Yo? —Se volteó a Harry y lo miró directo a los ojos—. Yo a su hijo lo amo, señora.

—Por favor, dime Anne.

—Bueno, Anne. Yo a su hijo lo amo —Louis confirmó de nuevo. Aún no quitaba su mirada de los ojos de Harry.

Styles se sonrojó, y bajó por un momento su mirada.

Louis acarició la mejilla de su chico y lo miro tiernamente, acto seguido, le robó un tierno beso en la mejilla.

Y en ese preciso momento, el padre de Harry entró por la puerta y proclamó una grosería.

Ilumíname - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora