4. Una sopresa

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Will

Nico se cayó al suelo por mi culpa, le ayudé a levantarse y tuvimos una pequeña charla. Luego Nico se puso raro, se disculpó. A ver, no me malinterpretes, me alegra que Nico se disculpe conmigo pero parecía tan arrepentido que daba pena. Luego lo abracé. Esta vez no tengo excusa, quería abrazarlo y es lo que hice. 

Se me hizo raro hacerlo, para empezar, porque él no abrazaba a nadie, con excepción de su hermana Hazel, que es la única familia que tiene, así que soy el primer amigo que lo abraza excepto Jason, que no sé cómo lo hace para que le deje. Bueno, me estoy desviando. El caso es que él me abrazó con fuerza. Notaba su respiración en mi cuello, me hacía cosquillas. 

Desde que Afrodita me dijo que me gustaba Nico todo se ha aclarado mucho. Por ejemplo, antes quería ayudarlo pasara lo que pasase. Pensaba que era porque era un paciente pero ahora que lo pienso le hacía más caso a él que a los demás. Sonó el reloj de la pared y me aparté con mal humor de él. Quería seguir abrazándolo, pero tenía que trabajar así que me separé. 

Le empezaron a salir lágrimas, porque estaba confuso respecto a sus sueños así que intenté animarlo con cosas bonitas y un tono tranquilo. Se calmó un poco y le pregunté si quería que alguien le hiciera compañía pero él, como siempre, se negó. Me fui y ayudé a mis compañeros de cabaña con los demás pacientes. Una hora después me tomé un descanso. 

Me fui a mi cabaña y por el camino vi a Percy saliendo de la cabaña de Hades. Como Hazel no estaba en ninguna parte supuse que había hablado con ella. Llegué y vi a Austin tocar su instrumento. Le saludé con la mano y me tumbé en la cama. 

─Oye, Will.─ Dijo Gracie.─ ¿Qué tal van tus pacientes?

─Bien, ¿por qué preguntas?─ Dije extrañado. Normalmente Gracie se limitaba a no molestarme cuando trabajaba, no como los demás, normalmente hacen un corro mientras curo una herida y necesito ayuda para apartarlos. Por eso me extrañó que le importara. Además, hay una vieja rivalidad entre nosotros, y con eso me refiero a que quiere ser el mejor médico del campamento y yo estoy en medio. 

─Bueno, anoche hablabas dormido.─ Dijo, buscando algo por lo que reírse de mí. Me quedé casi tan blanco como Nico. Casi.─ Sólo entendí una cosa.

─¿Y esa cosa es…?

─Hablabas con alguien, sobre Nico. Y además dormías con él.─ Aquella vez estoy seguro de que estaba más blanco que Nico. Como Gracie se lo dijera a alguien me moriría de vergüenza. Gracie miró la bandera con colores rosa, morado y azul oscuro que me regaló mi madre cuando le dije que soy bisexual.─ Te gusta ¿verdad?─ Aquella vez lo dijo más serio que nunca. No parecía que fuera a reírse de mí. 

─Sí.─ Dije en voz baja. No me atreví a mirarlo a la cara. Seguro que haría mofa sobre eso.─ Pero por favor, no se lo digas a nadie. 

─No pensaba contárselo a nadie.─ Miré hacia arriba.─ No eres el único. Papá lo era.

─Lo sé. ¿Por qué no se lo dices a nadie? No te lo estoy pidiendo pero es que me extraña que me hagas ese favor.

─Bueno, me caes mal, que te quede claro, pero eres mi hermano, y creo que los demás lo entenderán.

─Kayla y Austin lo saben, no lo de Nico, sino lo otro.─ Mi hermano asintió.─ Gracias, Gracie. Vaya, se me hace raro.

─A mí también, no vuelvas a darme las gracias.

─Pues tu nombre no ayuda.

─¿Eh?

─Ah, claro. Sólo Nico sabe italiano.

─¿De qué estás hablando?

─En italiano ‘grazie’ significa gracias y tú te llamas Gracie, que es prácticamente lo mismo.

Death Boy (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora