Death Boy (TERMINADA)

6. La misión

Nico

Cuando Will vio mi dibujo, me asusté. Primero, porque era mi dibujo y segundo, porque soy tímido. Lo bueno fue que le gustó. Lo malo, que me pidió que le hiciera uno y me empezó a halagar, eso me puso muy nervioso y mi pulso iba acelerando cada vez más. Entonces Drew lo fastidió todo.

─¿Así que ahora te dedicas a abrazar a Will? El chico más popular del campamento.─ Dijo Drew desde la puerta. Me aparté de él bruscamente y miré a Drew con el ceño fruncido.

─No se pueden hacer visitas. O por lo menos, a mí no, así que fuera.

─Sí, claro, como si te fuera a hacer caso a ti, hijo de Hades.

─A él quizás no, pero a mí sí.─ Dijo Will incorporándose. 

─Will, yo...

─No. No hables. Mira Drew, eres maja y me caes bien, pero si vas a molestar a Nico, lo siento pero no puedes estar aquí.

─Pero... Will... ¿Qué clase de cura es estar abrazando a tu doctor?─ Entonces Will la agarró de la muñeca y la llevó aparte. Me quedé esperando a que terminaran y me entretuve jugando con mi cabello.

─Vale.─ Dijo Drew mosqueada.─ Adiós. Por cierto, Quirón ha dicho que nos iremos antes de la cena. Al parecer le debes a Nico una cena en el Mc Donald 's.

─Ah, es verdad. Gracias Drew.─ Drew se fue y Will se sentó en la camilla junto a mí.─ Oye chico muerte, quería decirte una cosa.

─¿Y qué es?

─Em... Verás, yo...

─¿Sí?

─¡Me gustaría aprender italiano!─ Dijo, abalanzándose sobre mí.

─¿En serio?

─Sí.─ Dijo, aunque yo sabía que me quería decir otra cosa. 

─Bueno, si quieres te enseño yo.

─Mola, pues empezamos ahora.

─¿Ahora?

─Sí.

─Bueno, vale.─ Le enseñé lo básico. Las palabras como 'hola, adiós, ¿qué tal?, bien, mal... Y todas esas. Unas horas después vinieron Lou Ellen y Cecil a avisarnos de que teníamos que irnos del campamento. Cogimos las bolsas y fuimos al vestíbulo. Miré por la ventana. Los de la cabaña de Atenea estaban hablando con los de Hermes, seguramente porque habrían hecho alguna travesura.

─Bueno campistas, esta noche cenaréis en el Mc Donald 's o como se llame y mañana por la mañana compraréis los suministros necesarios para la enfermería. Si os ataca un monstruo, tenéis la libertad de luchar. Y si estáis heridos y no podéis regresar llamad por Iris mensajes, ¿entendido?─ Dijo Quirón.

─Entendido.─ Dijimos a la vez Will, Drew y yo.

─Bien, pues podéis marcharos.

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─Oye, chico muerte.─ Me dijo Will antes de salir de las fronteras del campamento.─ No utilices tus poderes. Ni aunque sea cuestión de vida o muerte. Sólo los utilizarás si yo te lo ordeno, ¿vale?

─Vale.─ Salimos de la frontera y al instante me puse en guardia. La colina estaba vacía y sólo se oía el sonido del viento.─ Bueno compis, vamos a jugarnos la vida para material de curación, ¿quién se apunta?─ Dije irónicamente.

─Tus ironías son pésimas. Llévanos a cenar, tengo hambre.─ Dijo Drew.

─Vale, en marcha.─ Atravesamos el campo y llegamos a una calle vacía. Luego cruzamos un paso de cebra sin semáforo, que provocó que casi atropellaran a Drew, que no paraba de quejarse (ojalá el camión se la hubiera llevado por delante). Después llegamos a un callejón con una valla de madera.