8. El regreso

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Nico

Cuando gané a Abílio, no me sentí bien. Me sentí fatal, estuve a punto de romperle el brazo. Gracias a Will, no está en el hospital. Nos fuimos y montamos las tiendas. Will y yo tuvimos una charla y para agradecérselo le di un beso en la mejilla. Nada más hacerlo, me dormí. 

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Soñé con un pozo. Al fondo estaba Will sonriendo. De repente me caí al agua y apareció una canoa encima de mí.

─¡Nico! ¡Qué torpe eres!─ Me dijo Will, sonriendo. Me ayudó a subir y me secó con una toalla. Luego, aparecimos debajo de un árbol. Me sostenía las manos. Entonces se acercó y me besó. Fue un beso tierno, cariñoso. Entonces supe que me estaba imaginando lo que ocurriría si Will y yo fuéramos pareja. Después, aparecimos en un bar, comíamos gofres y Will se había manchado la barbilla. Le quité la mancha con el dedo. Más adelante apareció Will con un bebé en brazos. 

─Se llama Bianca, menuda coincidencia, ¿verdad?─ Sonreí y le acaricié suavemente el pelo a Bianca. Luego Will estaba llorando. No sabía lo que ocurría. Tendríamos unos veintidós, o veintitrés años. Pero en sus brazos estaba Bianca inmóvil con ocho o nueve años.─ Ha muerto.─ Contuve un sollozo y lo abracé. Lloré muchísimo. Entonces me desperté. 

─¡Nico, nos atacan!─ Me gritó Drew. Me incorporé de un salto. ─Will sigue dormido.

─¿Quién ataca?─ Ella señaló a una figura con agujas puntiagudas en la espada.─ ¿Dr. Espino?─ Pregunté al ver a mi antiguo profesor. 

─Vaya, veo que me recuerdas.─ Dijo. Aunque el ‘vaya’ sonó más bien como vaiiia. Saqué la espada.─ Um, eso es nuevo. Bueno, eso hará más divertido vencerte.

─Prepárate para volver al Tártaro, Espino.─ Ataqué, pero él esquivó el ataque y contraatacó. Entonces Will se despertó y me despisté. Espino me lanzó por los aires y me di contra un árbol. Fue a atacar a Will pero, antes de que le tocase, me puse en medio y me clavó una de sus garras en el estómago. 

Caí de rodillas al notar un pinchazo peor que una puñalada. Me había metido veneno en la sangre. No era mortal, pero hacía mucho daño. Will me empezó a curar y noté cómo empezaba a ponerse cada vez más nervioso. Me desmayé y volví a soñar lo mismo que antes. 

Will y yo en la canoa, debajo del árbol, el beso, la llegada de Bianca y su muerte. Volví a ver a Will llorar por ella y me sentí más dolorido que cuando el Dr. Espino me clavó una de sus garras. Me desperté en la tienda. Salí para buscar a Drew y Will. Pero cuando los encontré estaban a dos centímetros de darse un beso. Me dolió mucho y me empezaron a salir lágrimas.─ ¿Will?

─¿Q-qué…? ¿Drew? ¿Nico?─ Will parpadeó y dejó de acercarse a Drew.─ Dioses.─ Me di la vuelta, corrí a la sombra más cercana y viajé por las sombras.

Aparecí en un callejón oscuro. Al fondo había dos contenedores y me senté en el suelo. Intenté hacer fuego pero no tenía nada para que resistiera mucho tiempo. Lloré hasta que me quedé sin lágrimas y cuando me iba a poner en marcha, apareció un niño. 

Tenía el pelo negro liso y más o menos largo. Llevaba un arco de oro y un carcaj. Sus ojos eran rojos como la sangre y tenía alas blancas como la nieve.

─Cupido.─ Dije enfadado.

─Bueno, volvemos a encontrarnos, di Angelo.

─¿Qué hace aquí, Cupido?

─He venido a ayudar, ¿cómo no?─ Apreté los puños.

─Pues no quiero su ayuda, muchas gracias.

Death Boy (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora