13. Una mala racha

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Nico

No quería hacerlo. Simplemente no quería hacerlo. Pero lo hice. Ataqué a Smith, casi me muero, Will me asusta y, además, tengo el sueño más raro de mi vida. Aparecía Will, y era muy realista, entonces teníamos un momento extraño en el que no me enteraba de nada. Él me hacía reír de una manera tonta y al final empezaba a atraerme hacia él y yo tenía ganas de darle un beso y al parecer él también. Entonces tuve otro sueño.

Will estaba en la enfermería. Aparentaba unos nueve u ocho años. Un chico unos cuantos años más mayor que él le estaba poniendo una gran escayola en el brazo derecho. 

─Bueno Willy, esto ya está. Se te curará más rápido que a los demás, teniendo en cuenta que eres hijo de Apolo, pero de todos modos, no bajes la guardia y no dejes que nadie te haga daño, ¿entendido?─ Creo que era alguno de los hermanos de Will.

─Sí.─ Dijo Will con una voz adorable. Se levantó de la silla y salió de allí. Unos minutos más tarde se encontró con la versión pequeña de ocho años de Mark.

─¿Ya te has ido? ¿Tan rápido? Te vas a enterar, renacuajo.─ Se acercó a Will con las peores intenciones y le asestó un puñetazo en el ojo. Will se llevó las manos al ojo dolorido y empezó a llorar.─ Menudo cobarde.─ Aquella palabra me recordó a los sueños del Tártaro. ‘Ánimo mini Will’ lo animé en mi cabeza. Mark se volvió a acercar más, y, cuando le iba a dar otro puñetazo, Will le dio con la escayola en la nariz. Corrió hacia la enfermería y vi cómo Lee Fletcher se acercaba a regañar y curar a Mark...

Luego me desperté abrazando a Will y estuvimos un rato así. No se lo digáis a él, pero estaba bastante cómodo. Más adelante salimos a dar un paseo. Unos chicos estaban jugando a baloncesto y creo que a Will le dio un poco de envidia. Will me trajo unos helados, que, cuando los chicos nos preguntaron si queríamos jugar, nos los acabamos rápidamente. El partido fue divertido, por así decirlo, pero Naomi nos interrumpió.

Nos dijo que íbamos de acampada y el resto de la tarde estuve llamando a Will, William Andrew Solace, que es su nombre completo. Las tiendas eran amarillas y bastante grandes. En la hoguera me sentí bien. Will estaba increíblemente guapo con el fuego delante. Hacían un bonito contraste su mano bronceada y la mía pálida, no pude evitar pensarlo. Me estaba durmiendo y Will me cogió en brazos y me llevó a la tienda de campaña. Me dormí al instante.

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Estaba asustado. Oía el pitido de un hospital. Will estaba dormido en una camilla. Me acerqué y le cogí de la mano. Estaba fría. Me asusté. Ese no podía ser Will. Él siempre tenía las manos calientes. El monitor cardíaco pitaba despacio. Me sentí como cuando buscaba a Bianca en el inframundo. Como cuando ella murió y me quedé solo. No podía soportarlo. No podía perderlo como perdí a mamá y Bianca. Lloré durante mucho tiempo. Un ruido me sobresaltó y me devolvió a la realidad.

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Will estaba de pie y delante de él… había una dracaena. Me levanté al instante y cogí la espada de hierro estigio. Will y la dracaena se enfrentaron. La dracaena me lanzó contra un árbol al intentar atacar. Oí que mi espalda crujía. Entonces la dracaena tiró a Will al suelo. Desde dos metros oí el ruido de su brazo romperse. Los ojos se me llenaron de lágrimas.

─¡Will! ¡No te vayas! ¡No te rindas! Por favor. Te necesito.─ Mi voz fue apagándose. Entonces Will se levantó, con un brillo amenazante en los ojos. Lucharon un rato pero la dracaena era demasiado rápida. Will se cayó al suelo, sin fuerzas para seguir luchando.─ ¡Will!─ Invoqué tres esqueletos, que agarraron a la dracaena y la maté. Esta se desintegró nada más tocar el filo de la espada. Me arrodillé cerca de Will, que estaba perdiendo sangre.─ Tranquilo, todo saldrá bien.─ Le susurré. Pero él se desmayó.─ No. No, no, no, no, no.─ Corrí hacia la tienda de Naomi pero cuando asomé la cabeza vi otra dracaena que huyó con Naomi en brazos, desmayada.─ ¡No!

Death Boy (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora