The Woods

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Durante unos minutos nadie dijo nada, escuchábamos en silencio el sonido de las llamas. Tal vez me lo pareciera a mí, pero la sangre que corría por mi brazo salpicaba el suelo de una manera extraña, provocando un extraño sonido al caer en el. Me sostuve el brazo izquierdo con fuerza, tal vez esperando a que dejara de dolerme.

Tenía intención de salir corriendo.

- Estáis herida. - dijo alguien. Apenas prestaba atención. Aquello no sonaba a pregunta. No me molesté en levantar la vista. Escuché los cascos de un caballo que lentamente se acercaban a mí. Un lomo oscuro apareció en mi campo devisión .

Lentamente levanté la vista, mis ojos se encontraron de nuevo con los ojos del jinete. Aparté la vista bruscamente. Me incomodaba su mirada. Pegó su caballo al mío, su pierna rozó las mías. Alargó el brazo pero lo retiró . Alcé la mirada cautelosamente, curiosa.

Su mirada gentil y profunda lograron calmarme; su caballo seguía estando pegado al mío, su montura cerca de la mía. Alcé una ceja, interrogativa; él pareció sorprenderse.

- ¿Os importa que examine la herida? - preguntó. El brusco tono empleado anteriormente había desaparecido. Tuve que mirarle muy desesperada porque sin mediar palabra, me apartó la mano del brazo con suma delicadeza ( sin duda fascinante. ) Con sólo rozarme, grité. Aquello pareció alarmarle porque me miró angustiado. Tras lentamente asentirle prosiguió con su cometido.

( Qué soldado más extraño, sin duda temperamental, primero, me habla como si estuviera loca y después se porta como un lindo corderito. ¿Engreído?¿Repelente? No lo sé . ) pensé.

- Necesita que le extraigan un trozo de flecha, se ha partido la punta. -respondió solemnemente. (¡¿QUé?!) pensé.

Sin duda, palidecí. Lentamente, se volvió a sentar correctamente en su montura y dirigió su caballo hacia el sitio donde estaba originalmente. En frente mío.

- Bien, gracias. Sin duda acudiré al médico de Norwich, de paso informaré respecto a Great Yarmouth. - Nos llamaban los East Angles, así denominaban a la gente de esta pequeña península; Folk. Los dos caballeros me miraron con desaprobación.

- Milady, no podéis volver sola. - dijo el de cabello grisáceo. Sus ojos me parecían familiares, el eco de una memoria olvidada. Señaló el cielo, que comenzaba a oscurecerse. - Anochece y eso es peligroso.

Mi suspiro pareció resonar.

- ¿Cuánto habéis tardado en llegar, caballero?

- Casi medio día, diría un cuarto. - respondió el otro.

- SIn duda, eso explica la tardanza. - dije sin poder contenerme. - ¿Y qué sugieren que haga caballeros? - Ellos se miraron entre sí.

Un momento....

Un caurto? ¿ Sabían que iban a atacarnos? ¿O acaso habían divisado los barcos ne la costa?

- Deje que la escoltemos. - me dijo.- MI sorpresa sin duda fue grande. Escoltarme... NO tenía intención de parar a dormir en ningún sitio. Aunque así, estaría protegida. Tras contemplarles un largo rato, asentí. Galopamos durante largo rato, hasta que por fin, la noche se cernió sobre nosotros. Eso nos obligó a acampar, lo cual fue un gran alivio puesto que el brazo izquierdo me dolía angustiosamente. El caballero , vino a ayudarme muy amablemente a intentar bajar de mi montura.

- Adam, Godfrey.- se presnetó. Godfrey... aquel nombre no me era del todo desconocido.

-Ayla. - respondí con cierta dificultad mientras bajaba dek caballo. Perdí el equilibrio pues no me sobraban las fuerzas; caí en los brazos del caballero de ojos grises. Éste último había aparecido de la nada. Me entraron ganas de gritar.
Por qué tenía que haber caído en sus malditos, pero cálidos brazos?

Highlands ( #PGP2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora