Highlands ( #PGP2020)

Robin Hood

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Escuchar el vídeo en la parte de el baile.

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A la mañana siguiente vino aquel "inspector" del rey, era alto y flaco.

Se encerró en el despacho conmigo, y me interrogó.
Con ciertos detalles parecía sorprenderse pero al instante fingía no haberlo hecho.
Yo intentaba calmarme y no llorar.
- Mr. Kent, qué es lo que pasa?
El alto inspector se detuvo frente a la puerta y se giró a mirarme y por primera vez en toda la conversación, me sonrió.
- Sabe, conocía a su padre, Milady, era un buen hombre, vos me recordáis mucho a él.
- Aún no ha respondido a mi...
- No lo sé, por eso he venido aquí, a investigar.

El echo de que conociera a mi padre no me hizo sentir mejor. Todos parecían conocer a mi padre, incluso los escoceses. Todos parecían admirarlo, pero yo no recordaba a ninguno de aquellos hombres haber estado en mi casa y aún menos en mi casa.
- Siento lo de vuestro padre, él era un hombre muy querido en esta tierra.- dijo él mientras abría la puerta. Lo detuve antes de que saliera.
- Mi padre venía mucho por aquí?
Él se detuvo y miro mi brazo, que sujetaba el suyo.
- Sí.
Le solté el brazo y me quedé mirando cómo se iba como una tonta.
Entonces, cuando mi padre decía que se iba a Londres, venía aquí. Por qué?
Qué tenía que hacer aquí mi padre? Por qué le conocían todos?
Y lo más curioso de todo: por qué le conocían los escoceses?

Sino recordaba mal, teníamos un pequeño castillo cerca de allí.
Tal vez allí pudiera encontrar respuestas.
- Aylin.- me dijo mi tío, distrayéndome de mis pensamientos. Levanté la vista para mirarle.
- Si tío?
- Estas bien?
- Mejor de lo que pensaba.- le contesté. Aquello era cierto, estaba mejor, todo lo mejor que se puede estar. Había aprendido de mi padre que pasara lo que pasara, nunca podías rendirte. De él había heredado mi fortaleza.

Tan solo lamentaba no poder ir a visitar su tumba. Lamentaba no poder darle las gracias por todo lo que había hecho por mí. Aún oía sus últimas palabras "Vete hija mía, vete lejos y lucha por sobrevivir "
Aquello era nuestra promesa, y no me daría por vencida. Pensaba descubrir qué estaba pasando. No iba a rendirme.
- Aylin, me estás escuchando?
-Qué?- le dije, distraída.- ah si claro.-le mentí.
Él sonrió con amargura.
-Qué?
- Acabas de hacer un gesto con la cabeza como hacía tu padre.
Sonreí y él se acercó a mí y me puso la mano sobre el hombro.- sé que no me estabas escuchando Aylin, así que te lo diré otra vez, Lord Akewell organiza un baile de máscaras la semana que viene por el regreso de su hijo. Estamos invitados, aunque si no quieres ir lo entenderé. Haz lo que quieras Aylin.

Me quedé como una idiota mirando la nada, pensando. Un baile. No me apetecía mucho relacionarme, pero si bailar.

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Tras aquel día, me recluí en casa, buscando documentos, mapas en la biblioteca, donde descubrí la localización exacta de el castillo de mi padre. Estaba decidida a ir, pero aún no, no estaba preparada.

Catlin vino a buscarme, llena de dudas sobre qué vestido ponerse, así que me fui a su cuarto con ella donde estuvo probándose miles de vestidos.

- Debo de ir perfecta Aylin.

- Tú siempre vas perfecta.- le dije sentada en el borde de su cama, mientras ella se desvestía.

Se giró a mirarme con su dulce y perfecto rostro; me sonrió con ternura.

- Yo podría decir lo mismo de tí.

Me reí y ella se sentó junto a mí. Suspiró con fuerza mientras sostenía un vestido de tonos morados.

- Debo ir perfecta por si, y si.. Y si encuentro a el amor de mi vida en ese baile?- dijo mirándome sériamente. Sonreí y le acaricié el pelo.

A Catlin y a mí nos encantaba leer novelas románticas, pero nuestra favorita era Romeo y Julieta y a Catlin parecía haberle fascinado aquella escena donde se conocen.