Highlands ( #PGP2020)

Aching heart, troubled soul

People help the people - birdy

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Tras el episodio en el bosque, cada vez que cerraba los ojos veía las copas de los árboles, oía los cascos de Atlas galopar sobre el camino, olía las flores del bosque, sentía su mano tirando de la rienda.

Por las noches me despertaba indecisa, preocupada por mis sueños, a veces preguntándome si de verdad lo había vivido.

Pero las palabras del escocés, las palabras de James me habían marcado.

" - Antes de hablar, primero, deberías intentar comprender ciertas cosas.

- ¿El qué?

- El por qué de nuestro odio hacia vosotros "

Aquellas palabras se repetían una y otra vez en mi mente, como una canción. Aquel marcado acento escocés velaba mis noches y me repetía una y otra vez lo mismo.

Era como en las leyendas de los Highlands, unos jóvenes escoceses salvaban a unas doncellas en apuros en los salvajes bosques, de monstruos, de bandidos, de ingleses.

El bosque seguía siendo un lugar místico y desconocido, pero para ellos era su hogar, era parte de su tierra, a diferencia de nosotros, los ingleses, ellos lo amaban, se refugiaban en él, vivían de él.

Ellos veían la belleza en la tierra, las montañas, los bosques, los ríos, nosotros sólo queríamos expandirnos y conseguir tierra y más tierra.

No dejaba de preguntarme por qué nos habían salvado. Cada vez se me ocurría una idea diferente.

Por Sohnia tal vez, por mi padre, porque eran caballeros o porque después de todo, no eran tan salvajes y fríos como los pintaban.

No lo sabía y eso me reconcomía. Quería saber, saber por qué, de qué conocían a mi padre, por qué estaban en el bosque.

Aquel dichoso bosque me tenía encantada y pensaba volver, sólo que a la próxima lo haría sola y me alejaría de los escoceses.

Tras no conseguir dormirme, me levanté y salí al balcón. La luna llena iluminaba el bosque y las sombras de los árboles se proyectaban amenazadoras sobre las murallas del castillo y las vallas de los campos. Sin embargo aquellas sombras tenían algo de especial que parecía llamarme. De pequeña siempre me encantaban las leyendas, curiosamente, mis favoritas siempre fueron las de Escocia.

Me fijé en una columna de humo que salía del bosque. Sería de alguna chimenea...

Estaba en las tierras del clan Rosse. ¿Sería allí donde vivían?

Hacía frío, eso me obligó a meterme dentro.

Observé el bosque y las tierras desde dentro, anhelaba mi casa.

De pronto recordé que mi padre tenía tierras en Escocia y que una vez, hacía mucho, mucho tiempo habíamos ido a pasar el mes de agosto allí. De pronto aquella imagen me asaltó a la cabeza, recordaba los muros del peuqeño castillo medieval.

Sólo había ido una vez pero recordaba cada pequeño detalle, cada valla, cada ladrillo, cada árbol dentro del terreno.

Me miré la muñeca esperando ver el bracalete que mi familia me regaló por mi último cumpleaños. No estaba.

"Mierda. ¿Dónde está?" pensé.

Una punzada de traición atravesó mi corazón.  Era lo último que me quedaba de mi familia y lo había perdido. No recordaba la última vez que la había visto.