La liebre y el ciervo

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Nota de la autora:

Lamento haber estado tanto tiempo fuera, pero me faltaba la inspiraicón y no quería escribir sin más.

AHora por fin he podido vovler.

Gracias por vuestros comentarios y todos vuestros favoritos, me encantan .

Saludos, Sara.

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Bajé las escaleras sin saber aún a quién iba a recibir.

Olía a metal.

Un grupo de dos caballeros, un sirviente y dos Lords aguardaban pacientemente en mi salón.

Todos se inclinaron levemente para saludarme, el mayor de ellos, posiblemtne de la edad de mi padre sonrió. Era alto, flaco y de un pelo canoso como las nubes de verano.

No sabía quién era, ni quién los había invitado.

¿ Qué hacían en mi casa?

- Lady Aylin, largos años han pasado desde la última vez que os vi. - me saludó.- Vos tan sólo teníais 6 años. - me dijo. Le observé en silencio, intentando recordarle.- Supongo que os preguntaréis mi nombre.

Asentí con la cabeza.

Pero en su vestimenta yo ya había reconocido su nombre.

Portaba un hermoso ciervo, cuyas hastas se tornaban en fieras flores con afiladas espinas. Reconocí entonces una de las palabras en las cartas, ciervo, escrita en gaélico. Él era uno de los hombres con los que hablaba mi padre.

Recuerdos que jamás pensé que tenía volvieron a mí, recordé el ciervo tallado sobre el escritorio de mi padre, recorde el brazo de él golpeando suavemente la espalda del misterioso hombre que se hayaba frente  mí. Le recordé por los pasillos de mi hogar, y recordé la voz de mi padre susurrando su nombre en las reuniones que siempre me ponía a escuchar tras las cortinas.

-Fiadh.- le respondí audazmente, señalando a su emblema. El hombre no pareció excesivamente sorprendido. Sonrió con ternura y asintió.

- Veo que sois igual de audaces que vuestra madre.- dijo con una triste mueca que llamó mi atención.- Lamento vuestra pérdida. Vuestro padre siempre fue como un hermano para mi...

- Gracias, milord.- le respondí cordialmente.

- Lord Baylon.- terminó él, presentándose. - Éste es mi sobrino, hijo de mi hermano Charles que desafortunadamente se haya en Francia...- comenzó. - Debería estar yo con él..- Su comentario resultó doliente. Su sobrino posó su mano en su hombro y lo aprentó con fuerza y su tío le sonrió.

- Lord Baylon, Anthony.- se presentó él. Era mayor que Robb, tal vez rondaría los 30. Tenía un cabello casi igual de grisáceo que su tío.

- Encantada. - respondí. Miré al resto de caballeros, esperando oir sus nombres pero Lord Baylon interrumpió mis cavilaciones.

- Me temo que no tenemos tiempo para presentaciones milady- me advirtió, captando toda mi atención.- Como sabéis cada casa posee un emblema , un escudo antiguo.

Asentí.

- Sé que visteis mi sello, pero debéis saber que vos tenéis uno propio, Aylin. - sentenció. Seguí su mirada en absoluto silencio hacia una estantería, pero no logré averiguar qué era lo que él miraba. - Debéis comprender el significado de esto.- continuó. Lo cierto es que no comprendía nada, pero llevaba varios meses sin comprender nada y al final, me había acostumbrado.
- Son...
-Sellos clave, que nos ayudan a identificarnos entre nosotros...- respondió su sobrino, impaciente.
- Por qué? - pregunté.

Highlands ( #PGP2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora