capítulo 4

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«Y como una extraña condena, el demonio permaneció una eternidad en el infierno por el simple hecho de amar a aquel ángel que solo vio por unos segundos...»

― ¿Quieres hablar conmigo?

―Si

― ¿Por qué ahora? Ya han pasado días.

―Lo siento tenía cosas que pensar.

― ¿Qué tenías que pensar?

― En como podía empezar de cero.

― ¿Quieres empezar desde cero?

―Si quiero, pero es que...

― ¿Qué cosa?

―Tengo miedo.

El Sr. Ripoli suspiró echándose hacia atrás de su silla. Estaba ahí, en su oficina; hablando con él. Mi psiquiatra.

―Todos tenemos temores Cassie ¿Cuál es tu verdadero temor?

No ser amada, no lograr nada, no ser normal...simplemente no ser suficiente.

―Yo no...Lo sé.

― ¿Te puedo hacer una pregunta Cassie? ― yo asentí y el prosiguió― ¿Cómo fue tu infancia?

―No la recuerdo señor Ripoli.

― ¿No la recuerdas o no quieres recordarla?

―No fue mala como usted cree, fue....

― ¿Limitativa?

Malditos psiquiatras, siempre tienen que jugar con la mente.

Me quede callada, ¿Qué tan limitativa había sido mi infancia? Me quede vagando entre mis pensamientos hasta que el señor Ripoli hablo de nuevo.

―Vamos a hacer un pequeño ejercicio ¿Si? Se llama: viaje del tiempo. Consiste en vagaremos en tu mente desde que eras pequeña hasta ahora ¿Estás de acuerdo?

―sí.

El señor Ripoli se levanto de su silla y me ofreció su mano para que yo hiciera lo mismo, me deje guiar hasta el gran sillón que tenia para sentarme junto a él.

―El cerebro tiene la capacidad de crear recuerdos a partir de los tres años, así que empezaremos por esa edad. Cierra los ojos y me dirás que recuerdas cuando tenía en esa edad.

Hice lo que me pidió el, cerré mis ojos, me relaje y como pude recordé. Al principio era confuso, había recuerdos pero no el que buscaba, luces fugaces y sonidos en eco; hasta que entre tanto conseguí el que buscaba, era el único, pero allí estaba.

―Es mamá. Mi madre me está despertando por ir al preescolar.

― ¿Y qué estás haciendo? ―la voz del señor Ripoli era susurrantemente suave.

―Estoy saltando en la cama mientras que ella me muestra e uniforme que usaré.

― ¿Y cómo te sentías? ―pregunto Ripoli― ¿Sentías temor?

―No. Me sentía...emocionada, feliz.

―Bien, eso está bien. ¿Recuerdas algo cuando tenías cuatro años?

Empecé a vagar en mi mente, los recuerdos iban y venían, luces fugaces a mi percepción, sonido lejano pero nada paso.

―No recuerdo nada...―me mordí el labio desesperada. ―quizás si...

El señor Ripoli me interrumpió.

― Es normal no recordar todo Cassie, no te sobrecargues, saltaremos a cuando tenias cinco años ¿Qué recuerdas de ese entonces?

CassieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora