Las cosas no son como siempre suceden o como nosotros creímos que sucedería.
Es lo que me digo todos los días.
Que no fue mi culpa.
No debe de serla.
¿Por qué me siento tan mierda ante todo y todos?
Suspire por tercera vez agotada, estaba con Laura y sus amigos en la cafetería almorzando para luego seguir con las clases.
― ¿Oyeron lo que paso ayer en la madrugada? ―Dijo Penélope inclinándose más hacia la mesa como si se tratará de un secreto.
― ¿Qué sucedió? ―pregunto Benji ajustando sus gafas.
―Dicen que en la madrugada dos internos intentaron escaparse de la institución.
Casi me ahogo con mi propia risa reprimida.
― ¿Y sabes porque lo creo? ― siguió hablando Penélope―Porque esta mañana me despertaron como si esto fuera un recinto militar y faltara uno de nosotros.
―En eso tienes razón―Intervino Luisa masticando con desinterés una bolita de arroz―en mi habitación hicieron lo mismo.
―En nuestra habitación también―dice Laura con un aire de preocupación― ¿Tu notaste algo extraño Cassie?
― ¿Yo? ―me apunte con un dedo para luego negar suavemente con la cabeza―Yo no oí nada con esa lluvia.
―Yo tampoco escuche nada―intervino Benji―pero Penélope, ¿Qué paso con esos internos?
Penélope se encogió de hombros.
―Supuestamente escaparon, pero nadie falta en la institución. Toda la data esta completa.
Todos se quedaron pensativos por un momento, en cambio yo no podía de pensar en todo lo que había pasado ayer.
¿Cómo debería sentirme al respecto?
No deberías sentir nada.
En cierta parte tenía razón ¿Por qué sobre pensarlo? No había sido para tanto.
Lo había sido todo.
Okey ¿Para qué engañarme? Me sentía bien, pero lo más raro de todo esto era como si ya lo hubiese experimentado.
Esa electricidad...
Me puse alerta cuando de repente se escucho un grito aterrador en toda la cafetería, seguido por falla de electricidad dejándonos a oscuras por lo menos un minuto y medio. Cuando la electricidad volvió y todo comenzó a funcionar de nuevo, todos estaban de pie, mirándose unos a otros con una expresión de miedo.
―¿Qué demonios fue eso? ―Pregunto Benji con un hilo de voz.
Nadie le respondió, se escucharon unos murmullos afuera de la cafetería y Laura salió corriendo para saber de donde provenía tal escándalo, yo la seguí por detrás por simple curiosidad.
Cuando llegamos a la entrada de la cafetería justo a unos metros de la puerta había un círculo de personas, todas ellas pacientes, con cierta palidez en la cara.
Cuando hicimos de lado a algunas personas para dejarnos pasar fue cuando la vimos.
Qué asco.
Una enfermera, o mejor dicho, una interna, se encontraba tendida en el suelo y justo debajo de ella un charco de sangre que arruinaba su perfecto uniforme blanco. En su cuello se podía ver la gran cortada y el indicio de la causa de su muerte salpicando sus cabellos dorados y su bonito rostro que era una increíble representación de haber visto al mismísimo diablo.
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Cassie
Teen Fiction"¿Comó se puede sentir tantas cosas en tan poco tiempo y no morir?" Borrador Faltas ortográficas No se aceptan adaptaciones- copias Obra registrada en Safe Creative