El dolor puede matar a veces, pero Dios sana a quien se lo merece.
¿Por qué yo no?
El reloj de la pared marca las tres de la mañana y yo no he parado de llorar, en un punto de la noche me desmayé y luego volví a llorar.
Mi psiquiatra vino horas antes a decirme que ataqué salvajemente a dos internos.
¿Qué me pasa? Yo no soy así...
Eres tan patética Cassie, siempre lo has sabido.
Claro que no, yo soy así. No quiero estar así.
Eres y serás miserable niña, es hora que te lo claves en el pecho.
Sollozo de nuevo metiendo el rostro en entre mis piernas, sentada en la camilla aferrada a mis rodillas vuelvo a llorar.
No levanto el rostro cuando escucho la puerta abrirse no me importa que una enfermera me vuelva regañar por estar despierta, no me importa nada.
― Te ves muy mal.
Me sorno la nariz levantado la cabeza y mirando entre la humedad de mis ojos a Christian.
Lleva su habitual ropa negra con su chaqueta de cuero, sonríe pero a medias, como si le incomodara la situación.
―Mi habilidad es degradarme poco a poco. ― sonrío falsamente.
Él en cambio no lo hace, sus labios forman una línea recta y viene caminando a mí a paso a lento.
― Cassie, yo...
― Yo lo sé Christian ― desvío la mirada hacia la ventana ― Se lo que hice hoy ― vuelvo a ver sus ojos―. Pero no me queda claro que haces tú aquí.
Él suspira revolviéndose el cabello, sentando al pie de la cama.
― No lo sé.
Río amargamente.
― Esa es la mayor repuesta para todo.
Christian baja la mirada a mis pies, se queda mirando mientras medita algo. Inesperadamente me jala hacia él y luego en un rápido movimiento estoy dándole la espalda y siento la camilla crujir ante su peso.
Cuando entiendo lo que está pasando ambos estamos juntos en la cama recostando las espaldas una de la otra.
― Todo está muy jodido ¿Verdad? ― susurra.
Su pregunta me descoloca pero entiendo sus intensiones.
O eso creo...
― Demasiado jodido ― Respondo ― ¿Tu también estas jodido?
― Igual que tu.
― No te veo llorando.
― No necesito llorar para demostrar que estoy mal ― recarga la cabeza de mi hombro derecho ― Además ¿A quién le importa como estoy? Todos fingen estar preocupados por ti para su beneficio. Todo esta tan deteriorado que nadie quiere arreglase en este mundo tan nocivo.
― El dolor puede matar a veces ― reflexiono ―, tan solo no me quito la vida porque en mi ausencia me dirán cobarde.
Christian suelta una risita suave.
― Suicidarse no es de cobardes, es de valientes.
― ¿Tú crees? ― susurro.
― Tan solo piénsalo. Somos capaces de asesinar por impulso, por un detonador, el odio o la ira... pero ¿Atentar a nuestra propia vida? Pensar que tu eres el culpable de tu propia muerte; no muchos lo hacen. Cassie, si suicidarse fuera de cobardes ya no existiera nadie en este mundo.
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Cassie
Teen Fiction"¿Comó se puede sentir tantas cosas en tan poco tiempo y no morir?" Borrador Faltas ortográficas No se aceptan adaptaciones- copias Obra registrada en Safe Creative