🖤 Capítulo 5 🖤
Any
Me senté en el suelo con cuidado. Estaba aturdida y me dolía mucho la cabeza. Coloco una mano en mi cabeza tratando de amortiguar el mareo. Nick aparece en mi campo de visión. Tenía algunos rasguños en la cara y sus ojos desbordaban preocupación. Dijo algo que no escuché, al parecer mis sentidos auditivos están afectados por la explosión. ¿Cómo lo sé? Por el pequeño pitido que siento en mis oídos. En la academia nos enseñaron todo eso.
Al parecer él se da cuenta y repite sus palabras lentamente para que pueda leerla en sus labios.
- ¿Estás bien?
Me limito a asentir. Lo veo sacar su celular y llamar. No entendía nada de lo que decía pero su cara era de pura rabia. Miro los restos del coche en llamas. Obviamente eso fue una bomba que pusieron en el auto y la hicieron explotar antes de que nos montáramos en él. Esto no es un atentado, es una advertencia. Alguien le está declarando la guerra al imperio Murray.
Cuando cuelga se acerca y me ayuda a levantarme. Pero al apoyar mi tobillo derecho sentí un punzada que me hizo perder el poco equilibrio que tenía. Si no hubiera sido porque Nick me tenía sujetada por un brazo y rápido me cogió por la cintura terminaría de golpe en el piso. En un movimiento rápido y, para mí, sexy me cargó estilo princesa. Los bomberos empezaron a llegar pero nosotros nos alejamos del lugar. Y por unos minutos me dediqué a mirarlo desde mi posición. Los primeros botones de su camisa estaban abiertos, los rasguños que tenía en la cara no le quitaban su hermoso atractivo y su mirada, por Dios, nunca había visto unos ojos que mostrarán tanta frialdad, más de lo común. Si su aspecto es ese no quiero ni pensar en el mío. Y lo peor, aún no podía oír nada, solo ese maldito pitido. Nos detenemos un momento y me acomoda en sus brazos, muy cálidos al contrario de sus ojos. Volvió a decirme algo pero no entendí, así que le hice una señal para que lo hiciera más despacio.
- Esperaremos aquí a que lleguen algunos de mis hombres. –leí en sus labios.
- Vale. –dije en un susurro
Más o menos siete minutos después tres autos aparecieron. Con mucho cuidado me metió en la parte trasera de el auto del medio y él después se sentó en el asiento del copiloto. Pude ver que el conductor era Joshua. Un suspiro de alivio salió de mis labios. Me acosté en los asientos luchando por no quedarme dormida, no es bueno en estos casos. Nick y Joshua no dejaban de hablar, aunque parece que el primero solo gritaba. Estaba molesto, MOLESTO, era la primera vez que lo veía así. Llegamos a su casa y quién me cargó está vez fue Joshua. Entró en una habitación y me dejó con mucho cuidado sobre la cama.
- Que susto me diste. –pude entender
- Créeme, hasta yo me asusté.
Intenté acomodar mis pies pero el tobillo me volvió a doler. Hice una mueca y cerré los ojos con fuerza.
- Deja el pie tranquilo, no sabemos la gravedad con que te lastimaste.
Iba a decir algo cuando la puerta se abre y entra Nick con otra persona. Mi acompañante se paró y desapareció por la puerta. El desconocido se sentó a mi lado en la cama y me empezó a examinar mis oídos, parece ser un doctor. Metió unos palitos con algodón unos segundos en mis oídos con una sustancia lo que hizo que poco a poco el pitido se fuera y escuchara mejor.
- ¿Mejoró? –preguntó el señor en tono bajo
- No mucho pero por lo menos ya puedo escuchar algo. –señalo mi pie– Pero me duele mucho el tobillo cuando lo muevo.
El doctor va hacia mi pie derecho y me agarra el tobillo. Empieza a moverlo con cuidado pero en lugares específicos. Sin embargo siento mucho dolor con un simple toque.
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Corazón Oscuro
AcciónElla debe cumplir con su misión y desmantelar la mafia que está creciendo sin control en el país. Su misión: Acercarse al hijo de aquel mafioso y llevar a prisión a ellos dos. ¿Pero que pasa si acaba enamorándose de su objetivo, del hermoso joven de...