La última discusión del día hizo enojar a ambos hermanos, esta vez Kenji no contuvo sus palabras hacia ella, la pequeña tampoco colaboró en terminar la discusión de la mejor forma.
Pasaron cuatro horas desde su pelea, la lluvia comenzaba a cesar hasta convertirse en brisa, la menor se sentía un poco tranquila después de permanecer en silencio observando las gotas de lluvia resbalando en la ventana.
Se levantó de la cama dando un último vistazo a su hoja de calificaciones escolares ¿cómo pudo iniciar una pelea por esa horrible hoja?, sin la intención de permanecer con ese incómodo sentimiento de culpa se abrigó con un impermeable amarillo, el reloj en su pared marcaba las seis con treinta minutos, ningún rayo de sol se asomaba entre las nubes y la noche no tardaría en llegar; guardó su linterna en el bolsillo del impermeable.
Las botas amarillas la esperaban a lado de la puerta, las últimas manchas de lodo se habian secado y caido. Caminó hasta las escaleras con cautela de no ser escuchada por su hermano, bajó con el mismo cuidado para entrar en la cocina y salir por la puerta que da al jardín y al bosque.
-¿Adónde crees que vas? -le cuestionó Kenji después de pasar su bocado de sándwich.
-Quiero caminar allá afuera, volveré en treinta minutos -respondió a secas, no quiso ver su rostro.
-Te vas a quedar en casa, ensuciarás el suelo de lodo y ellos no tardan en llegar -el tono de voz retaba a la más joven-. Entiende que estoy ocupado, no puedo cuidarte mientras estas afuera, es peligroso.
-No me iré lejos, no se han reportado casos en esta zona así que descuida, descansarás de mí. Cuando vean la hoja... simplemente...
Y no los culpo, tal vez sea yo muy inútil.
-No quieras iniciar otra vez -irritado le respondió.
-Por eso quiero salir. No me tardo -levantó la voz saliendo apresurada.
Kenji no detuvo a su hermana, estaba tan enojado como ella pero la culpa lo estaba inquietando, sus palabras habían sido más duras y las usó contra su hermana menor. El muchacho estaba colapsando. Por el momento no podía atender problemas "pequeños", la Universidad lo tenía atado.
Ella salió al jardín cercado cubierto de plantas trepadoras, abrió la vieja puerta rechinante de metal y cerró una vez fuera de su casa por completo. El lugar no estaba lejos de la ciudad, es más, ni siquiera eran los únicos en ese bosque, las casas estaban separadas unas de otras lo suficiente como para construir otra vivienda, por lo mientras no estaba muy habitado el lugar.
La joven caminó por el bosque con un sentimiento pesado; la culpa. Su hermano no merecía escuchar sus quejas y menos cuando se encargaba de un proyecto importante para su carrera. Tonta, debiste guardar esa hoja mucho mejor.
Los pasos eran más lentos con tal de despejar su mente en el silencio acogedor, el viento soplaba helado acompañado de las finas gotas de agua que sentía en sus mejillas, respiraba profundamente para disfrutar el olor a petricor. Nuevamente la frase detonante de la discusión irrumpió en su mente: Si te esforzaras un poco... si de verdad te esforzaras no se sentirían avergonzados.
Con tantos insultos que conociera se los dedicó a su hermano en murmullos pateando las hojas secas con disgusto, miró al frente cuando el soplido brusco del viento se dirigía en un sólo punto.
Un remolino de viento y hojas secas se formó verticalmente, a vista de la pequeña, este se camuflajeaba entre los matices gises y azules pálidos del cielo. Olvidó enseguida su enojo al ver una hoja deshaparecer frente a sus ojos cuando entró al remolino. En su curiosidad tomó una piedra y la lanzó observando el mismo resultado, incrédula se acercó ahora con una piedra más grande, torpes fueron sus pasos luego de tropezar con una raíz, ella cayó boca abajo hacia el remolino golpeándose la rodilla y la frente batiendo su ropa y el rostro con tierra.
Nunca antes había sentido una caída tan larga y dolorosa, sin prestar atención donde había caído se levantó sobando sus manos seguido de frotar su rostro para luego notar un gran cambio.
ESTÁS LEYENDO
Fortuito: La esperanza que el caos abrazó
FanficCamina con desgane sintiendo el frío viento en sus mejillas deseando deshacerse de un sentimiento amargo en cada paso que da, hasta encontrar lo que le permitiría un cambio, pero ¿ese cambio habrá llegado más tarde que temprano?, ¿para quién? Qué ta...