Capítulo 15: ¿Y qué hago ahora?

7K 358 19
                                    

—¿De acuerdo?—pregunta una segunda vez mi jefe.

Asiento con la cabeza no muy decidida pero es lo que hay. Desde que entré nada más me está ordenando y tratando de ponerme nerviosa y créanme que siempre lo ha logrado.

—Eso está mejor—susurro respirando profundo y ahora si alejándose de mi para lo siguiente arreglar su perfecto y varonil traje—. Lo primero que quería decirle es que quiero todo con usted—reveló con una enorme sonrisa.

—¿Qué... Qué está diciendo?—pregunté sin poder creer lo que había escuchado.

—Lo que escucho, no la voy a dejar ir—indicó—. Eres lo que yo estaba esperando durante mucho tiempo—murmuró acariciando mi rostro.

Es que él es un lindo. Cómo no morir de amor con un hombre cómo el. Ya yo no puedo ocultar mis sentimientos porque llevo años con esta sensación y quiero ser feliz.

—Así que váyase acostumbrando a mi cercanía—dijo por lo bajo.

—Creo que eso será lo más difícil...— murmuré mientras tengo mis ojos cerrados disfrutando de sus caricias en mi rostro.

Él sin embargo esposa una sonrisa y niega varias veces con la cabeza.

—Pensé que lo más difícil era acostumbrarse a mi besos—responde un poco confundido.

—Sí, eso también—respondí diciendo la verdad.

Luego recibo un pequeño beso pero cómo yo soy yo y no me conformo con sólo uno pues mis manos se van hacia su cara y hago más profundo nuestros besos. Eso ocasiona que mi jefe se quede sorprendido por unos segundos para luego tomar el control de absolutamente todo.

Nuestros labios se encuentran con facilidad y fiereza, la verdad es que Eduardo es súper lindo y tierno. Pero me encanta cuando es así tan explosivo y sincero aunque eso me afecte solo a mí.

—Ya debemos de parar...—susurré muy cerca de sus labios.

—No, si me la estoy pasando de maravilla—responde para luego darme un pequeño beso.

—Estamos en la empresa y además me ofrecí en venir porque hablaremos de trabajo, por favor Eduardo—respondí muy seria porque cuando es trabajo, es trabajo.

Eduardo respira profundo y se aleja por completo de mí.

—¡Bien! Lo que te quiero decir es muy personal y creo que mereces saberlo—agrego un poco serio—. Es que, bueno, el nombre de CaféVane es en honor a ti. La verdad es que nunca te he podido olvidar y tú fuiste mi inspiración para crear el producto que será un éxito total—explica mirándome fijamente.

Estoy muy sorprendida por lo que acaba de decir. Ósea todo es por mí. Yo soy ese persona la cual él está muy agradecido. Lo único que se me ocurre es darle un mego abrazo muy emocionado.

—No me esperabas que me dijeras eso—murmuré con las lágrimas a punto de caer.

—Y yo no esperaba decírtelo—dijo sonriendo—. Pero tenía que hacerlo para que sepas lo muy especial que eres en mi vida—murmura tomando mi mano y dándole un beso.

Hay Dios mío no puedo con tanta ternura, nunca me imaginé que él me diría algo así.

—¿Por qué haces todo esto?—le pregunté secando parte de mis lágrimas—. No ves que haces que te quiera y te amé aún más—revele con sinceridad.

—Tú lo has dicho linda...—murmura dándome un corto beso en mis labios—. Y lo voy a seguir haciendo hasta que seamos viejitos. Vanesa quiero remediar mis errores del pasado y te prometo que te haré la mujer más feliz—finaliza.

Soy Voluptuosa ¿Y qué?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora