Capítulo 1 "Accidente"

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Era un día como cualquier otro en la casa Loud, todas las hermanas estaban en sus escuelas haciendo sus actividades, los señores Loud estaban trabajando, todo parecía estar tranquilo, aunque no era así realmente, pues ese día era primero de Abril, el día de los inocentes, la fecha más temida por toda la familia pues era la fecha preferida de Luan, el día en el que esta se convertía en un demonio de las bromas pesadas, por fortuna debido a que era lunes y todas tenían que ir a la escuela nadie sufrió por las bromas de Luan, pero sabían que eso cambiaría una vez que regresarán, aunque no todos corrieron la misma suerte, en una de las habitaciones de la casa estaba Lincoln, el único hijo barón de la familia, el cual tenía un ojo morado y estaba en ropa interior.

Lincoln: Ah hola chicos, perdón no los vi, y sí mi ojo morado es producto de una de las muchas trampas que Luan dejo preparadas en la casa para cuando todos regresen, y bueno, si se preguntan por qué yo no estoy en clases pues es muy simple, la señorita Honson se enfermo y la señorita Dimartino no pudo cubrirla, así que por hoy nuestro salón no tuvo clases, normalmente estaría feliz de eso, digo estoy completamente solo en casa en un día de escuela sin nada que hacer, podría pasármela todo el día jugando videojuegos, en ropa interior recostado en el sofa de la casa, o leer el comic que compre o incluso invitar a Clyde para que se quede mientras todos vuelven, el problema es que hoy en primero de abril el día de los inocentes, y pues ya saben como se pone Luan en esta fecha, lo bueno es que ya estoy acostumbrado a esto y de hecho me las he arreglado para evitar tantas trampas como me es posible, como la perilla electrificada del baño, el valde lleno de jarabe de maple que estaba sobre mi puesta, y la bomba de barro de la regadera, aunque debí prestar más atención en las escaleras, porque resibe una patada de una vieja bota de hule en la cara que fue lo que me dejó con el ojo morado, y el pegamento en las sillas del comedor, por eso es que estoy en ropa interior, tuve que quitarme los pantalones para poder escapar de esa silla, si no aun estaría pegado, pero bueno ahora que ya desayune voy a pasar el resto del día en mi habitación, el único lugar seguro para mi en la casa por ahora.

Dijo el peliblanco para después subir las escaleras y entrar en su cuarto, una vez adentro salto a la cama callendo con fuerza en esta, grabe error, pues la presión que ejerció activo la broma oculta de Luan que había dejado en el cuarto de Lincoln, la cual era una bolsa de aire para autos que Lana había encontrado el mes pasado en un desguace para autos, una vez que la bolsa se activo lanzó a lincoln junto con el colchón hacia un lado como si no fuese más que un muñeco de trapo, hasta ahí hubiese quedado la broma, en un susto y fuerte golpe al caer al piso, pero la suerte no estaba del lado del albino el día de hoy, ya que la trayectoria con la cual Lincoln había sido lanzado lo hizo volar hacia la ventana de su cuarto, atrabesandola y cayendo a gran velocidad hacia el duro concreto de la asera de su casa, casa, Lincoln sabía que era inevitable que se golpeara contra el suelo así que sólo cerró los ojos y cubrió su cabeza con sus manos para protegerse, cuando finalmente alcanzó el suelo se escucho un fuerte crujido acompañado del dolor mas intenso que jamás había experimentado antes el niño, y es que, había caído de espaldas aterrizando sobre el borde la banqueta con la espalda baja, sin dudas el chico sabía que se había roto algo pero no sabía que, aunque en ese momento eso era lo de menos, pues el dolor que sentía era insoportable, los ojos del albino se llenaron de lágrimas por el dolor a la vez que dejaba escapar un fuerte grito que parecía el gemido de un animal herido, el chico no dejaba de gritar y llorar producto del dolor que sentía mientras que no podía mover su cuerpo, no pasó mucho para su vecino el señor gruñón se asomara por la ventana de su casa para decirle al chico que se callara, pero cuando lo vio tendido en el suelo en esa posición entró de nuevo rápidamente para buscar su teléfono fijo y llamar a una ambulancia, una vez que la llamó salió tan rápido como su viejo cuerpo le permitía a intentar ayudar al pobre chico, el cual ya no podía gritar más, su voz se le había acabado por gritar tanto, ahora solo sollosaba, mientras empezaba a sentir como sus fuerzas abandonaban su cuerpo para luego quedar inconsciente producto del dolor y la fatiga por gritar y llorar tanto.

(TLH) Una mala bromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora