Capítulo 3 "Mi nueva vida"

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La noche había pasado dando inicio a un nuevo día, mientras otras personas se encontraban levantándose luego de una larga noche de sueño, para prepararse y comenzar su rutina, la familia Loud sin embargo se encontraba aún en el hospital general de Royal Woods, todos ellos se veían en pésimas condiciones, ya que ninguno había logrado dormir bien a noche, no sólo por haber tenido que dormir en los sofás y sillas de la recepción del hospital, si no también porque nadie se había logrado quedar dormido, al menos no hasta que habían desahogado por completo su dolor llorando, eran cerca de las 10:43 de la mañana cuando finalmente los padres de la familia se comenzaban a despertar, el primero en incorporarse fue el señor Lynn, quien vio como sus hijas aún seguian dormidas, mientras que la señora Rita aún estaba dormida con Lilly también dormida en sus brazos, al ver esto no quizo perturbar su sueño, por lo cual se levantó en silencio para caminar hasta el recepcionista del hospital, dado que el turno de su compañera parecía que aún no daba inicio, cuando el hombre vio al señor Lynn acercarse a él, este le habló con una voz calmada y algo amigable.

Recepcionista: Buenos días señor, veo que al fin despierta, así que dígame, en qué puedo ayudarlo?

Señor Lynn: No sabe si se encuentra el doctor Ross? Necesitamos entrar a ver a nuestro hijo, él dijo que despertaría luego de que los efectos de la anestesia cesaran.

Recepcionista: Me temo que el doctor Ross no se encuentra por el momento, su turno no comenzará si no hasta en la tarde aproximadamente a las 6 de la tarde, pero si quiere puedo solicitar a la jefa de enfermeras que lo dejen pasar a ver a su hijo, solo necesito que me de el nombre del niño.

Señor Lynn: Lincoln, Lincoln Loud, es un chico de cabello blanco, con pecas y grandes dientes de conejo.

Recepcionista: Ah sí, Lincoln Loud.

Dijo mientras comenzaba a buscar el archivo del chico en la base de datos del hospital para luego solicitar el permiso para que su familia pudiera entrar a verlo.

Recepcionista: Muy bien, aquí tengo su información.

Dijo mientras revisaba el expediente con la información actualizada de Lincoln.

Recepcionista: Oh vaya, yo... em, lo siento mucho señor Loud no sabia que su hijo estaba en tales condiciones, y bueno en estos momentos Lincoln esta estable, así que no habrá problemas si pasan a verlo, pero me temo que solo podrán pasar sus parientes directos, osea que sus primas no podrán pasar, al menos no por ahora.

Dijo refiriéndose a las otras hijas Loud, dado que no estaba enterado de que todas ellas eran las hermanas de Lincoln, después de todo, era la primera vez que veía a una familia tan numerosa, producto de un matrimonio.

Señor Lynn: Ellas no son sus primas, son sus hermanas, todas ellas son mis hijas.

Dijo el señor Loud desconcertado un poco al empleado de la recepción.

Recepcionista: Wow, entonces, todas ellas son sus hijas? Vaya, pues no se que decir, me quito el sombrero ante usted maestro.

Dijo en tono burlon para aligerar un poco el ambiente, pues podía sentir lo tenso que estaba el patriarca de la familia, aunque no podía culparlo, no al saber el estado en el que estaba el que aparentemente era su único hijo barón, esto obviamente no le causó gracia al señor Lynn, pero no quería perder tiempo peleando con aquel tipo.

Señor Lynn: Entonces, podemos pasar a ver a mi hijo o no?

Recepcionista: Claro claro, lo siento por esa broma de mal gusto, solo deme un momento mientras llamó a la jefa de enfermeras.

Dijo mientras tomaba el teléfono fijo que estaba sobre el mueble de la recepción, mientras el empleado llamaba a la jefa de enfermeras, Lynn padre comenzó a despertar a toda su familia para ir a ver a Lincoln, una vez que el recepcionista les indico que ya podian pasar, nadie de la familia lo pensó dos antes de comenzar a apresurarse hacia la habitación de su hermano, mientras tanto, en una de las camas del hospital, ya hacia el cuerpo inerte de un chico albino, de no más de 11 años de edad, este estaba dormido mientras se movía, parecía como si estuviese teniendo un sueño, y en efecto, estaba soñando con el momento de su accidente, podía verse a sí mismo callendo a través de un abismo oscuro de forma lenta, sentía como el aire golpeaba con furia su cuerpo, como algunos trozos de vidrio quedaban incrustados en su piel, como su corazón se aceleraba ante el sentimiento de estrellarse inminentemente contra el duro y frío suelo de la calle su corazón se aceleró, sus estaban tan abiertos que parecían un par de platos, y así siguió callendo a través de un oscuro, frío y siniestro abismo, hasta que siento miedo, no sabía cómo, pero podía sentir como el piso estaba cada vez más y más cerca, su velocidad de caída aumentaba, cada vez iba más rápido, y mientras se acercaba al suelo pudo comenzar a escuchar voces que lo llamaban desde la distancia, eran familiares, pero a la vez no podía distinguirlas bien, cada vez las voces se hacían más y más claras a la vez que se acercaba más y más al suelo, hasta que, súbitamente el chico albino abrió los ojos, pego un grito de pánico y salto sobre su cama de hospital sobresaltando a los presentes que se encontraban rodeandolo.

(TLH) Una mala bromaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora