Una Potter en Slytherin |Regulus Black|

| Capítulo 14 |

Cuando volví a casa de donde los Black, mis padres me bombardearon con preguntas

¿Cómo te fue? ¿Te trataron bien? ¿Estás bien?

Y debo decir, estuvieron muy sorprendidos cuando les dije que además de irme bien, les agradé a Druella y Cygnus.

Ya habíamos llegado hace poco más de un mes a Hogwarts, de vacaciones de navidad, mi relación con las chicas desde esos días en su casa había mejorado demasiado, debo admitir que con quien más me llevaba era Andrómeda, en cuanto a Lucius y Barty, era difícil explicar nuestra relación, pues ellos me cuidaban como si fuéramos familia, me atrevo a decir que los consideraba hermanos y eso me asustaba, con Severus, en cambio, éramos más que simples compañeros, creo que era mi mejor amigo y Regulus, no sabía muy bien que sentía por él, pero me importaba y daría lo que fuera por su bienestar.

Viernes 14 de febrero de 1975

Día de San Valentín, en mi opinión era repugnante, jamás me gustó este día, todo era, color y rosas, con adolescentes enamorados por doquier

Preferí ir a mi sala común y no salir en todo el día, lo que me beneficiaba, considerando que, al parecer, resulté ser muy cotizada por los estudiantes de Hogwarts, así que se sobreentiende lo molesto que era no poder ni ir a clases sin que un elfo me cantara un mensaje cursi de algún "admirador o admiradora". Al llegar, un niño se me acercó de inmediato

- Hola, perdona si te molesto, ¿Tú eres MJ Potter? – dijo el niño algo tímido

- Ahm si, ¿Deseas algo? – dije confundida

- Si, el joven Amos Diggory me pidió que te entregara esta nota

- Ok, gracias – dije tomando un pedacito de pergamino

El niño se retiró en seguida, abrí el pergamino y en este decía

MJ, confío que tu día vaya de maravilla. Quería verte hoy en el patio a la hora de la cena, espero poder verte allí.

Amos Diggory

¿Para qué me quería ver Amos?, espero que no sea lo que estoy pensando

Como dije, pasé todo el día en la sala común o lo que quedaba de él, para la hora de la cena, estaba por ir al patio como me había solicitado Amos, cuando Barty y Lucius entraron a la sala común con sus bolsos llenos de cartas, lo que me hizo gracia

- ¿Ahora se dedican a entregar cartas o qué? – dije con burla

- Ja ja, búrlate todo lo que quieras, pero te recuerdo que nosotros no pudimos escondernos – dijo Lucius

- No es mi culpa que los atrapen cuando hacen bromas

- ¿Ibas de camino al gran comedor? – dijo Barty

- Nop, Amos quiere verme antes, así que voy para allá – respondí

- Uhh, Diggory, ¿Ya se van a hacer novios o qué?

- Calla Barty, sabes que él no me interesa de esa manera – dije

- A ti no, pero se nota que tú le gustas – dijo ahora Lucius

- ¿De qué hablas? – dije

- ¡Vamos!, 14 de febrero, te solicita a solas, ¿No crees que es muy sospechoso?

- No... - dije dudosa, pero realmente me lo presentía – Bueno, no importa, sea lo que sea, debo ir y aclarar las cosas

- Uy, entonces te acompañamos, si le vas a romper el corazón a uno de los chicos más cotizados de Hogwarts, quiero estar presente y supongo que Lucius también – dijo Barty

- No te equivocas querido Barty – dijo él

Rodeé los ojos y me encaminé al patio con los chicos detrás, al llegar se encontraba Diggory y algunos de sus amigos, al verme llegar, ellos se acomodaron en fila y Amos estaba delante de ella

- MJ, te estaba esperando

- Al parecer no solo – dije

- Sí, son mis amigos, me ayudaban con algo que quería decirte – lo decía entre feliz y nervioso

- Ok, ¿Qué me quieres decir?

- Bueno yo..., mira, estos meses que he estado conociéndote, me has resultado una chica increíble, eres inteligente, linda, que a pesar de lo que se dice de ti, eres más que eso... - me decía Diggory

- ¿Qué tratas de decirme? – le dije, pues se estaba demorando mucho y me impacientaba

- ¿Quisieras salir conmigo? – dijo directo y sus amigos lo elogiaban desde atrás

Di un suspiro profundo antes de hablar, lo que causó una confusión en los amigos de Amos y en él mismo

- Amos, lo siento, pero no puedo – dije lo más sincera y amable que podía

- Pero ¿Por qué? – dijo él desanimado

- Porque no siento lo mismo que tú

- Pero y todo lo que pasamos, las veces que salimos ¿No fueron nada para ti? – dijo esta vez un poco más en alto

- Si, el inicio de una amistad – conteste sincera e incómoda pues otros alumnos se estaban acercando a nosotros por la bulla y puedo jurar que entre ellos vi a James

- Eso es absurdo, yo te demostraba mi interés hacia ti – dijo ya alterado

- Cálmate, no me di cuenta

- ¡Mentira! – dijo gritando – Tú lo único que querías era burlarte de mí como lo hace toda la calaña de serpientes a la que perteneces

- ¡Ey!, no hables así de mi casa, yo jamás te di motivos para que pensaras que estaba interesada en ti, así que no tienes razones para enfadarte – dije algo molesta

- ¡Eres una cualquiera! De seguro ya te revolcaste con todos tus amigos y ahora te quieres hacer la digna

Iba a responderle, pero alguien me ganó

- Cálmate Diggory, no hables cosas que no sabes, porque no respondo – dijo Lucius

- ¡Ven!, ven que no me equivoco, miren como la defiende – dijo Amos a la bola de chicos a nuestro alrededor

- Cómo quieres que no la defienda, si lo que dices son estupideces – dijo esta vez Barty

- Dinos Malfoy, cuántas veces Potter se ha acostado contigo, te folla tan bien como para defenderla – dijo Amos entre risas

Solo vi como Barty a mi lado, se lanzó encima de Diggory y comenzó a pegarle en repetidas ocasiones, se formó una pelea entre ellos

- Lu, ayuda a Barty o se meterá en problemas – le dije a Lucius un poco preocupada

Lucius caminó hacia ellos y los separó, él tomó a mi amigo, y uno de los amigos de Amos lo ayudaba a levantarse, me estaba llevando a Barty del lugar cuando escuché que Lucius gritó

- ¡Más te vale que sea la última vez que le faltas el respeto a mi hermana!

Me impactó tanto lo que dijo Lucius que me quedé paralizada en mi sitio, pero lo que dijo alguien a mi costado me sacó de mis pensamientos

- Nuestra hermana – era Barty

Una sonrisa sincera se formó en mi rostro al oír eso, Lucius nos había alcanzado ya y nos estábamos retirando del lugar, puedo jurar que mi rostro plasmaba orgullo. Volteé un instante y pude ver claramente a mi hermano y su mirada clavada en nosotros con melancolía.