Una Potter en Slytherin |Regulus Black|

| Capítulo 29 |

El director se había enterado del incidente con Sirius, avisando a mis padres de lo sucedido, la condición en ambos para evitar el expulso, fue completar un castigo severo por lo que quedaba del año, además que en mi caso, la inminente prohibición del uso futuro de mis poderes en un estudiante.

Un año más en Hogwarts había terminado y con él, los exámenes, los famosos TIMOS llegaron, no había día que no estudiara para ellos, en parte para evitar los rumores y las miradas temerosas y otra por obtener excelentes calificaciones, y eso se vio reflejado al llegar mis notas, nueve extraordinarios y un supera las expectativas en aritmancia, como detestaba esa clase, con suerte podía ver el presente de Barty, no se diga su futuro.

Reg y yo no habíamos definido nada, pero cada vez, el cariño que nos teníamos el uno al otro, era mucho más intenso, tanto que las personas ya comenzaban a darse cuenta de que había algo más que una amistad entre nosotros.

Las vacaciones habían llegado ya hace unas cuantas semanas, por lo que me parecía extraño que ni Reg o los chicos me enviaran una carta o se mantuvieran en contacto, incluso Andy no había dado señales, del único que había recibido noticias era de Barty y para ser honesta, estaba muy preocupada, sobre todo por las circunstancias en las que nos encontrábamos. Cada día había más muertes, ahora incluso los traidores a la sangre estaban entre ellas, el mago oscuro que tanto atormentaba el mundo mágico, ya había salido a la luz, era un hombre común y corriente o eso aparentaba, se hacía llamar, Lord Voldemort, al parecer fue estudiante en Hogwarts, su casa, Slytherin, ya veía venir las críticas el siguiente año.

- ¡James, baja ya!

- ¡Vooy! -al instante se escucharon unos pasos rápidos bajar los escalones.

- Ayuda con la mesa, quieres.

- ¡Pero por qué, si Pitzy puede hacerlo! -exclamó quejándose perezoso.

- Porque estoy a cargo al ser la mayor.

- ¡Solo por unos minutos! -contratacó.

- Igual sigo siendo mayor, además sabes lo que dice mamá, podremos tener comodidades pero nunca está de más hacer las cosas nosotros mismos.

- Bien -a regañadientes- ¿Cuándo dijeron que iban a volver?.

- En unos días más, tal vez el viernes, según como vayan los negocios.

Terminamos de comer en silencio, no era incómodo, pero tampoco lo contrario, sentía a James algo pensativo.

- ¿Hermana?

- ¿Qué, James?

- ¿Tu sabes algo de Regulus? -preguntó él, ganándose una mirada curiosa de mi parte.

- ¿Por qué lo dices?

- Bueno hace semanas que no he hablado con Sirius y las cosas no iban bien en su casa la última vez que tuvimos contacto, solo quería saber si Regulus te ha dicho algo -terminó.

- No, no me ha dicho nada -dije seria, más por la preocupación que por otra cosa.

- Estoy muy preocupado, algo no me huele bien.

- Esa es tu colonia de mal gusto.

- ¡¿Cómo te atreves?! -fingiendo estar ofendido- Es amor de bruja.

- Exacto, hasta su nombre lo dice todo -reí ante su reacción.

- No, pero hablo enserio, algo no está bien.

- Lo sé, hermano, también puedo sentirlo -hubo un momento de silencio.

- ¿Oye?

- Mhm -tomando un pedazo de torta en mi boca.