♡ Recopilación de los one-Shot's, Two-Shot's y Song-shot's que he escrito en mi anterior cuenta. ♡
Historias cortas donde la protagonista es Sakura Haruno con diferentes personajes de cualquier anime.
Al fin la vida comenzaba a sonreírle a la peli-rosa, estaba consciente que aquel chico que había visto tardaría en llegar a ella, pero esperaría, seria paciente y buscaría un lindo atuendo para cuando llegará aquel bello momento.
— Tengo todo el tiempo de mundo, después de todo... no puedo morir — susurró al cielo grisáceo por las nubes.
No se había dado cuenta que había tirado su sombrilla, así que la levanto y en cuanto reparó donde se encontraba jadeo sorprendida.
Una cafetería, al parecer recién abrían aquel negocio. Era la misma cafetería en donde conocería a aquel hombre que le daría luz a su vida.
— Conque... aquí será — pensó.
Sonrio a la nada y siguió su camino, la felicidad fue tanta que los siguientes días su sonrisa permaneció intacta.
Meses habían pasado, más especifico 13 meses, y aún así ella iba todos los días a aquella cafetería para poder encontrarse con él. Ya todos los empleados la conocían y ya conocían su habito de sentarse en la barra a leer algún libro de fantasía, pedir un café americano, más nunca beber de el.
Hasta un buen día que una voz en su interior le dijo: "Deberías ponerte ese lindo vestido". Le hizo caso, combinándolo con unas zapatillas con correa y tacón un poco alto de color nude.
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(Ya lo saben, no soy buena describiendo outfit's, la imagen la saqué de google por lo que doy créditos a su respective autore xdd)
Su cabello que aún conservaba corto sólo lo alació con las puntas ondeadas hacia afuera, el flequillo de lado y se coloco una diadema rosa palo, se aplicó una sombras de un color durazno muy tenue, un delineado de gato, mascara de pestañas, un poco de blush para no verse muy pálida y pinto sus labios de un rosa tenue.
Una vez lista tomó su bolso, un suéter delgado blanco y su típica sombrilla. Salió rumbo aquella cafetería y repitiendo la misma rutina de siempre, pedir un café americano y leer como si no existiera nada más.
Justo cuando iba en la mejor parte del libro, una premonición la golpeo. En ella se podía ver con aquel chico peli-negro, caminaban por calles empedradas mientras se tomaban las manos, otra donde corrían por los bosques, una donde ellos entraban en una tienda de discos ella con uno de los brazos de aquel chico rodeándole los hombros, la peli-rosa notó que era una década diferente pues ambos lucían ropa muy diferente. Otra donde ambos se tomaban fotografías mientras reían. Una donde bailaban al son de la música lenta que se alcanzaba a escuchar para al final besarse con una pasión desbordante. Y la ultima, él la miraba como si fuera lo mejor del mundo mientras le enseñaba a tocar el piano.
— Kura... Sakura... ¡SAKURA! — una castaña gritó sacándola de sus pensamientos.
— ¿Ah?... Lo lamento Ayame-san, ¿Decías? — le respondió la peli-rosa con una sonrisa nerviosa.