𝕸𝖊𝖗𝖊𝖈𝖊𝖗 𝖑𝖆 𝖋𝖊𝖑𝖎𝖈𝖎𝖉𝖆𝖉.

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- Ken Ryuguji X Sakura Haruno -

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Los últimos días habían sido caóticos y parecía que la vida les tenia resentimiento... a él y a sus mejores amigos, casi hermanos. 

Necesitaba apoyar a Mikey, luego de la muerte de Baji su mejor amigo poco a poco parecía desaparecer, de esa sonrisa verdadera que sólo unos cuantos conocían ya no quedaba nada, y necesitaba hacer algo al respecto, a pesar de que él también tenia un dilema que venia carcomiéndolo por meses.

Hoy le agradecería a Takemichi por hacer lo que él no se atrevió... Detener a Mikey.

Saliendo de la correccional después de visitar a Kazutora y hacerle saber que seguiría siendo parte de la ToMan decidió guiar al Hanagaki al centro de Shibuya. El rubio lo había cuestionado y él le había respondido que irían a su casa, sólo esperaba que Takemichi no juzgara su estilo de vida.

Subieron al elevador que los llevo al piso cuatro, ambos se perdieron en sus pensamientos mientras esperaban a que se abriera la puerta.

— Bienvenido — exclamó sin entusiasmo un tipo de bigote leyendo un periódico.

Takemichi jadeo sorprendido al ver posters de diferentes chicas, advertencias y sobre todo... una castaña un poco parecida a Hinata con un Babydoll azul celeste que dejaba ver sus bragas negras y su sostén de igual color. Se dio cuenta que el lugar donde estaban era un burdel.

— Perdón... nos equivocamos de...— intentó dar una excusa pero fue interrumpido por su amigo.

— Ya llegué — dijo Draken saliendo del elevador.

— Ah... sólo eras tú — dijo el hombre de bigote regresando a su lectura.

— ¿Ah? Llegas temprano Kenny, así nunca serás un buen delincuente — dijo la castaña cruzada de brazos.

El rubio de la trenza sólo la miro con indiferencia.

— Ayúdame a sacar unas toallas — dijo el del bigote.

— Y cambia las bombillas de la sala de descanso— le siguió la chica.

Takemichi vio de reojo como Draken fruncía el seño un poco molesto.

— Al menos pidan las cosas por favor — dijo sobándose la sien — Lo siento, siéntate un momento en la sala de espera — dijo esta vez fijando su mirada a su acompañante.

El oji-azul asintió y se dirigió a dicho lugar y tomó asiento en un sofá.

— Esto es un burdel, ¿No? — pensaba mirando discretamente a todos lados — Es donde vive Draken-kun, eso... ¿Se puede? —

En ese momento le llamó la atención un hombre peli-plata con traje y un cubrebocas negro cortándose las uñas.

— ¿Por qué se esta cortando las uñas? — pensó inocentemente.

El hombre peli-plata murmuró algo de ir al baño y se alejó, dejando al rubio metido en sus pensamientos hasta que una voz dulce y un poco infantil lo sacó de ahí.

— Siento la demora— dijo aquella persona — Me presento, soy Sakura —

El rubio abrió la boca anonadado y un fuerte sonrojo invadió su rostro. Aquella voz suave pertenecía a una chica con el cabello sumamente largo y rosado, atado en dos coletas con moños rojos, vestía un conjunto de colegiala sexi con aquella camisa blanca mostrando un para nada modesto escote y anudada dejando ver su plano abdomen.

𝕺𝖓𝖊-𝕾𝖍𝖔𝖙❜𝖘 1.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora