𝕺𝖓𝖊-𝕾𝖍𝖔𝖙❜𝖘 1.0

𝕹𝖔 𝖊𝖘 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖙𝖎, 𝕿𝖜𝖔.

- Manjiro Sano X Sakura Haruno -

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— ¿Entonces?...—

— Entonces ¿Qué? —

— ¡¡Ay por favor Mikey-kun!!... cuéntame que tal te fue con tus suegros — exclamó una rubia tirando de la ropa de un rubio.

El rubio mayor había llegado a su casa luego de ir a dejar a su ahora novia. Decidió ir directamente a su habitación y descansar. Había sido un día agotador pero no esperó que su dulce hermanita estuviera esperándolo sentada en su cama.

— Pues supongo que bien... — susurró Mikey rascándose la nuca.

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Las risas se podían escuchar salir de esos dos jóvenes, tomados de las manos caminaban hacia la salida de un mini super con dorayakis en una bolsa de plástico.

— Ammm ¿Mikey?— habló la peli-rosa una vez que llegaron a la moto estacionada.

— Dime Sakura-chan — respondió el rubio mirándola de reojo.

— Veras... mis padres pueden ser un poco... ¿estrictos? no quiero incomodarte... ¿Estas seguro de... — pero una risita del rubio la interrumpió.

— No tienes por que preocuparte, podre lidiar con eso yo... yo quiero que tus padres me acepten, ya te lo dije, eres mi mujer — dijo el rubio abrazándola por la cintura haciendo que la peli-rosa se sonrojara.

— De acuerdo — respondió no muy segura la peli-rosa.

Mikey la miró y deposito un tierno besos en sus labios rosados.

— Tranquila, si puedo soportar palizas, podré convencer a tus padres de que soy muy buen partido — dijo sonriendo siendo correspondido por la peli-rosa.

Subieron a la moto, se dirigieron hacia un pequeño vecindario, y se estacionaron en unos edificios.

Mikey aunque tenia una sonrisa enorme en su rostro por dentro estaba muerto de los nervios, pero ya no podía retractarse, además no podían ser tan malos ¿No?.

— ¿Listo? — susurró la peli-rosa unas cuantas puertas antes de llegar a aquella puerta blanca donde la esperaban sus padres.

El rubio sonrio y entrelazo su mano con la de ella.

— Más que listo — dijo y ella asintió — O eso creo — pensó.

Y justo cuando la peli-rosa iba a meter la llave en el pomo de la puerta esta se abrió inesperadamente.

— ¡Sakura! ... ¿Qué hora son estas de llegar, jovencita? — preguntó una rubia de ojos verdes.

— A penas son las 9 de la noche, no exageres madre — respondió la peli-rosa con un tenue sonrojo.

En ese momento la rubia reparó en aquel rubio que sonreía tranquilamente.

— ¿Y él?... ¿Quién es? — preguntó entrecerrando los ojos.

— Me presento... soy Manjiro Sano, novio de Sakura es un...— intentó presentarse pero se vio interrumpido por la rubia.

— ¡¿QUEEEEE?! ¡¿NOVIO?! — gritó la rubia haciendo que alguien corriera despavorido a la puerta.

— ¿Novio? Ja... buena suerte con eso, mi princesa no puede tener novio hasta los 40, retírese joven — dijo un peli-rosa de ojos azules mirándolo con recelo.