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୨୧
Habían pasado casi tres semanas desde el primer encuentro que aquellos chicos habían tenido.
Jeongguk casi siempre pedía lo mismo, que Taehyung ya sabía de memoria que pediría, solo uno que otro día, cambiaba la bebida o el postre.
—¿y cuando le piensas pedir su numero? —pregunto Jimin, de manera un tanto burlona hacia Taehyung, el cual admiraba desde lejitos al bonito omega.
—n-no se de que hablas. — murmuró haciéndose el tonto.
— Se nota que le gustas, deberías de un día salir detrás de él e invitarlo a salir; te doy permiso —
— Te doy permiso, mangos que, soy el dueño de la cafetería y ya quieres darme permisos —una risa sarcástica se dejo escuchar de su parte. — pero.. haré eso, no es mala idea, tienes un poco de cerebro mimi
Jimin le proporcionó un golpe en la cabeza.
Pero no se habían percatado que habían llamado la atención del bonito omega con olor a fresas.
Su ceñito se encontraba levemente fruncido,preguntándose quien era aquel omega, que se encontraba a un costado de su alfa, nego levemente, no podía pensar de tal manera, ni siquiera habían entablado alguna conversación, más que comentarios que hacía Taehyung, de sus pedidos.
Pero y que tal si el bonito alfa ya tenía omega y era aquel chico atractivo, rápidamente ese pensamiento lo desanimó,su labio inferior abultandose un poco, maldiciendose internamente por ser un cobarde al no atreverse a pedirle su número.
Jugo con el tenedor de el postre que había pedido minutos antes, las ganas de comerlo se habían esfumado.
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En cambio Taehyung después de unos minutos mas quería estrangular a el tipo de tes pálida que estaba charlando amigablemente con Jeongguk, o si, descubrió su nombre porque aquel pelimenta llegó casi gritando su nombre.
En parte se lo agradecía, pero el quería ser quien le acomodara esos mechones rebeldes de cabello.
Estaba decidido, le pediría una cita, no dejaría que nadie más le robará a su omega.
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