¡ Strawberry ! ‹𝟹 taekook

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—Alfita.. duele 

Un quejido por parte del menor se escucho por medio del telefono, esa mañana había sido algo agotadora ya que habían comenzado las contracciones.

—Voy para allá cachorro, mmh, ya le mande mensaje al doctor. — mencionó algo preocupado el alfa.

—Okay.. no tardes mucho, te necesito.

Aquella llamada fue terminada y Jimin se quedó a cargo de la cafetería.

—Suerte, me llamas por cualquier cosa.

El alfa partió camino hacia su hogar; habían decidido que fuera un parto en casa, había comprado una pequeña alberca la cual fue instalada dentro de la casa justo esa mañana por el alfa, al ser ya yo los días donde el omega entraría en labor de parto y al comenzar a sentir aquellas contracciones fuertes le pidió que la instalará con todas las médicas que su médico de cabecera les indicó.

Una vez llegó a casa encontró a su omega acostado en la cama abrazando su pancita.

—Cachorro.

Se acercó y lo abrazo con cuidado.

—¿Duele mucho?  — pregunto preocupado.

—Un poco, alfita. Ya no esta doliendo tanto — con ayuda de Kim se sento y se acurrucó contra su pecho.

Pasadas unas cuantas horas de labor de parto el cachorro nació, el cordón humbilical fue cortado y lo revisaron rápidamente para después dárselo a su padre omega.

Estuvo algunos poco minutos con el en la pequeña alberca, cuando era momento de que ambos se limpiaran, secaran y vistieran el alfa ayudó en todo momento; fue un parto tranquilo pese a las contracciones, el Doctor los felicito por el trabajo que hicieron antes del parto y felicito a Gguk por el gran trabajo al mantenerse tranquilo en todo el largo trayecto de su parto. Antes de que este se retirara les dio indicaciones para la pronta recuperación de el menor.

—Gracias bonito — mencionó el alfa dando un corto beso en los labios de el omega y viendo como su hijo succionaba  del pecho de su padre.

—Es muy tierno, alfita — dijo enternecido y abrazando a su bonito cachorro.

El alfa antes de acostarse limpio todo, recogió, acomodo todo lo posible para no dejar ninguna carga más a su omega, queria estar con ellos, pero preferia dejar todo listo, al regresar a la habitación pensó que vería a ambos dormidos, pero no, solo el cachorro estaba dormido.

—¿Porqué no has dormido? — pregunto tae acercándose a la cama.

—T-Te quiero aquí, conmigo. — mencionó Jeongguk. —¿Quieres cargarlo?, n-no lo has hecho.

Y es que el menor se sentía inseguro respecto a ahora este gran cambio, y el alfa lo sentía por el lazo, se sintió culpable al hacer sentir de aquella forma a su lindo.

—Claro amor, presupuesto que quiero — Recibió con mucho cariño a su bebé. —Yo solo.. quería darte tu momento primero con el.

Al tener a su pequeño en brazos de la emocion  pequeñas lágrimas de alegría corrían por sus mejillas.

Quien diría que aquel olorcito a fresas y caramelo sería un cambio radical para su vida, llenándola de amor, cariño y ahora su familia nunca se arrepentiría de pedirle una cita tan apresurada a aquel bonito omega.

—Los amo — se acercó a su omega con su cachorro en brazos y beso su mejilla. —Gracias.. enserió gracias por todo Ggukie —

Jeongguk ahora tenía una sonrisa y aquellas inseguridades se esfumaron, fue muy tonto de su parte sentir aquello, porque conocía lo precioso y protector que era su alfa, pero estaba sensible.

Acostaron a su bebito en la cuna que tenían a un lado de su cama (cuna que fue regalada por alguno de los padres de ambos) ya que les daba miedo aplastarlo o algo, la pareja se acostó una vez el cachorro estaba arropado, nació en una época fresca, por lo que querían que no pasara frío.
Los lobos de ambos estaban en paz, en sincronía aquellos corazones y un lazo siendo más unido por aquel cachorrito que llegó a sus vidas.

Un último beso fue dado esa noche hasta que los dos cayeron dormidos.

Y así en aquella pequeña familia ahora con un nuevo integrante descansaban plácidamente, la luna no había fallado esta vez en unir a dos destinados que se amaban con todo el corazón, amor que sería compartido con su pequeño cachorrito.

—Porfin nació!