𝖫𝗂𝗄𝖾 𝖴.

end

Pasar todo un día recibiendo caricias y mimos de Minho, era bonito, precioso, un sueño, sabiendo que ahora eran novios y ya no tendría la inseguridad de que el mayor podía estar con otras personas.

Habían dormido juntos y abrazados esa noche, Seungmin no tenía idea de que Lee era así de cariñoso cuando estaba en una relación y le sorprendía... Porque una reconciliación romántica, dónde luego se hacían cariñitos y veían películas abrazados todo el día, no era lo que estaba en sus planes.

Fue hermoso el día y la noche que paso con Minho.

Pero seungmin necesitaba más.

Pensó todo aquello con su ceño fruncido, mientras observaba a Lee dormir sin camisa, que quien sabe cuándo se la había quitado, Seung lo observo con una sonrisa, sus ojos cerrados, sus lindas pestañas se posaban delicadamente sobre él párpado inferior, la nariz perfilada, que dejaba ir una respiración pacífica y relajada, sus labios, rosaditos y pequeños.

Era muy lindo... Hasta que seungmin bajo la vista al cuello de Minho, una vena le restaba muy sutilmente, su cuello era blanco y suave al igual que su pecho, y sus manos estaban entrelazada en la nuca del mayor, era tierno hasta cierto punto...

Pero lo que menos quería seungmin era ver de forma tierna al mayor, el quería ver cómo las venas de sus brazos resaltaban, al sostener sus mano por encima de su cabeza para inmovilizarlo, o como su cuello se tornaba un poco rojo y esa vena resaltaba de forma deliciosa, por la fuerza con la que entraba y salía del menor o como el castaño le regalaba miradas liscivas, mientras una sonrisa socarrona aparecía en su rostro cuando seungmin pedía más.

Seungmin jadeó, dejando de mirar al mayor y observando como su erección se alzaba alegremente por debajo de su pantalón de pijama y las sábanas.

Suspiró pesadamente, mirando a su novio a un lado, parecía no querer despertarse en un buen rato y eso le molestaba un poco, necesitaba atención.

Dejándose llevar por la fogosidad de su cuerpo en ese momento, se acercó al mayor, quedado pegado de un costado del cuerpo de Lee.

Sus labios dieron con el niveo cuello de su hyung, dejando pequeños besitos superficiales y pasando a pequeñas mordidas, lamidas y chupetones, cuando el castaño no dió signos de despertar.

¿Que clase de persona tenía el sueño tan pasado?

Kim se atrevió a bajar su boca a los pequeños botones de su novios, eran marroncitos, muy claros, apostaba que si los mordía se pondrían rosaditos.

De forma inexperta seungmin, pasaba su lengua y muy sutilmente sus dientes al rededor de los pezones del mayor, tratando de recordar lo que hacían en esos vídeos que vió, cuando estuvo en posición de darse placer a si mismo.

Suspiró frustrado, minho ni se había dignado a mover un músculo, bufó con molestia y se dió la vuelta, dándole la espalda a su novio e ignorando el dolor palpitante de su entrepierna necesitada de atención.

Cerró sus ojos, intentado entregarse a los brazos de Morfeo, fallando cuando sintió un cuerpo pegado a su espalda y una mano que se afianzaba de forma dominante en su cintura.

— Antes que todo se dice 'buenos días' seungminie— pronunció en mayor, con su voz mañanera algo ronca y también seductora, añadiendole a eso que presionaba su bulto levemente contra la espalda de Seungmin.

Un jadeó fue lo único que salió de los labios del último mencionado, haciendo que una sonrisa diabólica adornará los labios de minho.

— ¿Que paso, principe? ¿Te comió la lengua el gato?

Ese sonrojo que minho tanto había extrañado apareció en las mejillas y orejas de seungmin.

— Hace un rato parecias muy valiente—  Seungmin por un momento se arrepientio de su arrebato de valentía, el verdadero Minnie, apareció, pudoroso y sonrojado, cubriendo su cara con sus manos.