Mientras agonizo

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Mientras la vida se me iba gota a gota, con tranquilidad y constancia,
Busqué a mi alrededor esperando encontrar consuelo.
Pero me encontré únicamente con mi sombra pegada a una pared blanca.
Y el silencio de la habitación era interrumpido únicamente con mi irregular respiración.
Me provocó dolor tanta soledad.
Más dolor del que me provocaba estar muriendo.
Me dolía morir sola.
Y mientras me resignaba a morir en la oscura habitación,
Pude escuchar unas voces desde fuera, dirigidas a mí, a la distancia.
Eso era suficiente.
Lo era, hasta que sus voces comenzaron a sonar frías.
Crueles.
Despiadadas.
Y al siguiente segundo estaban siendo lanzadas hacia mi moribunda persona como mortales dagas.
Lo único que quería era no estar tan sola mientras agonizo,
Sentir un poco más la calidez humana
Y un poco menos la frialdad mortuoria, pero...
¡Carajo!
¡Estoy muriendo y lo único que escucho son insultos!

Poemas y otros dolores [√]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora