No me observes sangrar y desvíes la mirada.
Tienes una daga ensangrentada en tu mano y tu ropa trae restos de mi dolor.
No me escuches gritar y finjas que el ruido no hace estruendo en tus oídos.
Puedo ver tu pecho agitándose, y un fruncimiento en tu ceño me revela que mis gritos hacen eco en tu consciencia.
Y retumban.
Y retumban.
No sientas mis lágrimas caer sobre tus pies y presumas de un aire seco y un ambiente árido.
Las lágrimas recorren con dulzura tu piel, dejando un rastro de mi agónica decadencia.
El llanto y tanta, pero tanta sangre, te asfixiaban.
Y aún así, a punto de vomitar todas tus verdades, seguiste actuando como si no tuvieras la culpa de mi moribundo y nauseabundo estado.
Mírame a los ojos y hazte cargo.
ESTÁS LEYENDO
Poemas y otros dolores [√]
عشوائي•NUEVAMENTE VERSIÓN COMPLETA• El dolor, el amor, la angustia, felicidad y tragedia nunca fueron tan poéticos ni se sintieron con tanta profundidad. Les traigo acá una colección de 100 textos (incluidos en ellos poemas, micro poemas, relatos, micro...